Entré con Lauren en el hotel y caminamos hacia el ascensor, donde nos esperaban las otras. Ya habían pedido las llaves de las habitaciones, así que subimos hasta la planta 3, y caminamos por el pasillo derecho hasta la habitación 311-312. Abrimos la puerta y nos encontramos con dos habitaciones comunicadas. En cada una de ellas había tres camas, con sus respectivas mesitas de noche y un baño. Simple, pero eficaz. Perfecto. Caitlin y Amy entraron corriendo en la habitación y saltaron sobre la cama, haciéndose cosquillas la una a la otra, sin parar de reír. Las observé con una sonrisa.
Entonces Claire, la más responsable del grupo, decidió tomar las riendas.
- Vale chicas, vamos a organizarnos. ¿Cómo repartiremos las habitaciones? - preguntó.
- Amy y yo dormiremos contigo, Clairy - dijo Caitlin con voz de niña pequeña, utilizando el mote que Claire más odiaba.
Lauren y yo nos reímos y nos miramos. Parecía que nos tocaría dormir juntas, y eso era genial, ya que éramos mejores amigas. Bueno, en realidad, las cinco lo éramos.
Claire puso los ojos en blanco.
- Está bien, dormiré con vosotras, pero como no me dejéis dormir o vuestra ropa esté toda tirada por el suelo... me cambio de habitación - amenazó, intentando contener la risa.
Todas nos reímos con ella, pero fuimos interrumpidas por un golpeteo en la puerta. "Toc,toc,toc". Nos miramos extrañadas unas a otras, en silencio, esperando por si volvíamos a escuchar el ruido. "Toc,toc,toc". Dejé el bolso sobre la cama y caminé hasta la puerta. La abrí y lo primero que vi fue un enorme ramo de rosas delante de mi cara. Lo cogí, extrañada y vi que el botones del hotel que lo traía me guiñaba un ojo y se daba la vuelta, yéndose por donde había venido.
Cerré la puerta, completamente extrañada y me di la vuelta. Las cuatro chicas me miraban, y yo a ellas, pues estaba tan confundida como ellas podrían estarlo. Finalmente, me decidí por buscar alguna tarjeta entre las flores, que pudiera darnos una pista sobre el remitente del ramo. Y la encontré.
- Vaya, vaya, vaya, lo que tenemos por aquí - sonreí con picardía y cogí la tarjeta. La leí en alto:
"Siento mucho haber tirado tu bolso en medio de la estación, pero tenía prisa y no pude ayudarte. Creo que podría compensarte de alguna forma. Muy pronto sabrás a qué me refiero, guapa. xxx.
P.D: No pienses que soy un idiota, por favor."
Tras leerla, entregué todo a Lauren, cuyo rostro se había vuelto completamente rojo. Todas comenzamos a reír mientras ella releía una y otra vez la breve nota.
- Conque un admirador secreto, ¿eh, Lau? - la pinchó Amy, bromeando.
- Que suerte tienes, allá a donde vas, ligas - replicó Caitlin, medio en serio medio en broma - ¿Me puedes explicar cuál es tu secreto? - todas nos reímos.
Lauren estaba cada vez más roja e incómoda, y Claire y yo lo notamos.
- Venga chicas, coged el bikini y la toalla y bajemos un rato a la piscina - dijo Claire, mientras entraba en el baño para cambiarse. Todas asintieron, y Lauren resopló. No apartaba la mirada de la nota ni un segundo. Me senté a su lado en la cama y le pasé un brazo por el hombro.
- Están celosas - me reí.
- ¿Tu crees que ha podido ser Harry? - me preguntó ella, mirándome a los ojos, sin hacer caso a lo que yo dije primero.
La miré fijamente. Así que todavía no había podido olvidar lo que Amy aseguraba.
Las chicas salieron del baño, parloteando animadamente, lo que me libró de tener que contestarle. La verdad es que ya no sabía muy bien que pensar.
Después de que Lauren y yo nos cambiáramos en un abrir y cerrar de ojos, salimos de la habitación, cerrando con llave y caminamos hasta la piscina.
{Narra Caitlin}
Una vez en la piscina, Katie, Amy y Claire corrieron hasta el agua, saltando y salpicándonos a todas. Lauren y yo decidimos ir a las tumbonas para dejar las toallas. Allí, me desvestí, dejando enseñar mi nuevo bikini color morado.
- ¿Te vienes al agua, Lau? - sonreí, cogiéndole una mano. Pero Lauren parecía ausente - Ey, ¿qué pasa?
- Nada, Caitlin, que sigo pensando en el ramo de rosas... ¿Tu crees que Amy pueda tener razón? - respondió esta.
- ¿Te refieres a Harr... ¡AHH! ¡Está helada! - me interrumpí. Otra vez aquel enorme grupo de gente corriendo detrás de un sujeto, el cual me había tirado un vaso de coca-cola lleno de cubitos de hielo en la espalda. Dejé de gritar un momento, y abrí los ojos como platos. ¿Un grupo de gente persiguiendo a alguien?
- ¡Lo siento! - escuché gritar a lo lejos. Y entonces la gente desapareció. Pero yo no podía dejar de pensar en aquel chico, en sus palabras y en... su acento.
Me gusta :) Es diferente. Siguela!
ResponderEliminarOTRS VEZ EL ENRIQUE ESTILOS e.é
ResponderEliminarEsos dos terminan liados jajajajajaja xD
Me ha encantado *-*
Siguiente pronto ^^
Gracias chicas <3
ResponderEliminarAngie, fijate bien, la que acaba empapada de cocacola es Caitlin, y por su acento... no puede ser Estilos >.< jajajaja
muchas gracias por leer *_____*
Dios que suerte tiene esa pava!!!!!!!!! Yo tambien quiero.....Buf..el Estilos me saca de mis huecos, me jode los ovarios, me...me deja ciega!! Lo amo...lo amo lo amo lo amo lo amooooooo!!!!! <3<3<3<3 Tan lejos esta...:/
ResponderEliminarEl de caitlin es niall jajaajaj por "su accento" buaa mencanta es diferente a todas la demás a parte de que vienen de Liverpool y no de España o de America Latina!
ResponderEliminarBua me encanta tu novela, acabo de empezar a leerla y te juro que me he enganchado, pásate por la mía por favor, no es tan buena pero bueno... http://suddenly-it-happens.blogspot.com/
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