Capítulo 1

"Pi,pi,pi". Todavía dormida, alargué el brazo hacia la mesilla de noche para coger el móvil y parar la alarma. Pulsé una tecla, la luz de la pantalla se apagó, y me di la vuelta para continuar durmiendo. Pero no llevaba así ni 10 segundos cuando otro pitido volvió a perturbar mi sueño. "Pi,pi,pi". Refunfuñando, me di la vuelta mientras me incorporaba, y cogí el móvil. No, no era la alarma del móvil lo que me había despertado. Eran dos SMS, acompañados de un surtido de 8 llamadas perdidas. ¿Tantas? Y ni siquiera me había dado cuenta...

Me froté los ojos y abrí el primer mensaje. Era de Caitlin.

"Hoy, hoy, hoy, hoy, HOY ES EL GRAN DÍA. Despiértate ya, que conociéndote, ¡seguro que llegas tarde! Te espero a las 10 en la entrada del parque."

Resoplé y esbocé una sonrisa. Ella siempre tan emocional. Sabía que llevaba esperando este día meses, bueno, todas lo hacíamos. Pero ella era la que más excitación demostraba.

Guardé el SMS y abrí el otro. Era de Lauren, enviado tan sólo un minuto más tarde que el de Caitlin. Debían de estar compinchadas, no sería la primera vez:

"A ver, tú, marmota. Levántate de una vez. Que no tenga que ir hasta tu casa a despertarte como la última vez, ¿eh? Jajaja, te quiero."

Solté una pequeña carcajada al recordar la última vez. El día del cumpleaños de Amy, otra de mis amigas, habíamos acordado prepararle una fiesta sorpresa. Quedamos en que nos levantaríamos pronto ese día para ir a despertarla a su casa y prepararle un gran desayuno en condiciones, para después pasar todo el día juntas. Pero al final todo salió al revés, y fueron Lauren y Claire, otra de mis amigas, las que tuvieron que venir a levantarme a mi. Al menos nos reímos un buen rato.

Después de desperezarme por última vez, salté de la cama. Corrí a encender el ordenador y me conecté al twitter. Ya tenía cuatro menciones, y todas decían lo mismo: "HOY ES EL GRAN DÍA".

Y esta vez ya no pude evitarlo y solté un grito mientras bailoteaba por toda la habitación. ¡Sí, hoy era el gran día! ¡Ese gran día en el que viajaríamos desde nuestra ciudad, Manchester, hasta Londres, para disfrutar de esa maravillosa ciudad dos meses enteros y acudir al concierto de nuestros ídolos! ¡ONE DIRECTION!

Durante mi improvisado baile, se me ocurrió echarle un vistazo a la hora que era. Las 9:30. Y había quedado a las 10:00 para coger el tren. Sólo tenía media hora y muchas cosas que hacer, así que apagué el ordenador y me puse a terminar de prepararme. Estaba segura de que el viaje que estaba a punto de comenzar ese día iba a ser inolvidable. Y lo cierto es que no me equivocaba.