domingo, 26 de febrero de 2012

Capítulo 16

{Narra Katie}

Releí el SMS unas tres o cuatro veces. ¿Qué me querría decir con eso? Podría ser algo bueno... pero también algo malo. Ay, Claire y su manía de expresarse siempre mal. En fin, tendría que llamarla o esperar a verla aquella noche. 
La verdad, hubiera preferido la primera opción, pero una voz a mi lado no me lo permitió.

- Lo siento, tenía que contestar, era urgente - se excusó Louis, regalándome una de sus perfectas sonrisas y sentándose junto a mi. ¿Urgente? No lo creo. Simplemente lo decía por decir. Pero no iba a darle vueltas a eso ahora. El caso es que lo tenía muy cerca de mi. Demasiado cerca. Y, pese a que a veces podía ser muy segura de mi misma, en esos momentos no me encontraba así.

- No... no te preocupes... - tartamudeé, incómoda, alejándome unos milímetros de él, casi imperceptiblemente. Tomé aire, intentando relajarme.

- ¿Por qué viniste a sentarte aquí en cuanto comencé a hablar? - me preguntó, sin apartar la vista de mi. Yo lo miré a los ojos unos segundos, pero rápidamente bajé la mirada. ¿Por qué era tan vulnerable ahora?

- Eh... esto... no sé. Quería dejarte intimidad, ya... ya sabes - dije, con inseguridad - Además, tenía que hacer una llamada y no quería molestarte - sí, le mentí descaradamente. Pero necesitaba salir de aquella como pudiera.

- Ah vale, no hay problema entonces - dijo, sonriéndome. Yo le correspondí, tímidamente, sin atreverme a mirarle a los ojos - Bueno, ¿de qué estábamos hablando? Se me ha ido el santo al cielo con todo esto...

- Estábamos hablando de mi amigo Josh - le interrumpí. No iba a dejar escapar la oportunidad que tenía de ponerlo celoso - Pero creo que hemos de dejarlo para otro momento. Tengo que irme - me levanté del banco y me coloqué frente a él.
Louis, todavía sentado, levantó la cabeza para mirarme.

- ¿Irte ya? Pero si todavía es muy temprano... - fingió hacer pucheros, lo que me hizo reír - Además, mi propósito de hoy era conocerte, pero como eres una tramposa no me ha dado ni tiempo...

Puse los ojos en blanco, con gesto divertido.

- Uno: no soy una tramposa. Y dos: ya sé que es muy temprano, pero tengo que irme, en serio. Y si quieres conocerme, tendrás que pedirme otra cita... - tras decir eso último me agaché y le di un beso en la mejilla. Le dediqué una de mis mejores sonrisas, para después decir un breve "hasta luego" en un susurro y dirigirme a la salida del parque, sin mirar atrás. 

[Más tarde...]

{Narra Claire}

Volví a mirar una vez más el reloj, mientras mis dedos tamborileaban levemente sobre la mesa. ¿Dónde se había metido todo el mundo? Hacía más de media hora que le había mandado un SMS a las chicas para hablar con ellas. Y no había recibido contestación de ninguna. Empezaba a ponerme nerviosa, necesitaba hablar con alguien ya, desahogarme, pues mis dudas no eran pocas. 
Me levanté y me dirigí hasta mi maleta para sacar el portátil. Ahora que tenía tiempo, me conectaría un rato a twitter. Hacía siglos que no entraba, y además me valdría para distraerme.
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Eché un vistazo a los temas del momento, pero ninguno me llamó la atención especialmente. Después, pinché en mis interacciones y, para mi sorpresa, estaba llena de novedades. Y cuando digo llena, me refiero a LLENA. Tenía muchos nuevos followers, muchos RT's y, sobre todo, muchísimas menciones. Unos me pedían follow back. Otros me alababan, diciéndome cosas como "¡Qué suerte tienes!" o "¡Qué afortunada, lo que daría por estar en tu lugar!". 
No supe a qué se referían con todo aquello hasta que leí los mensajes de odio. Porque sí, los tenía.
Y todo por lo que había pasado esa tarde en la cafetería....

{Narra Caitlin}

- Gracias por todo, Niall, me lo he pasado genial - el taxi había parado justo delante de la puerta de mi hotel. Ambos nos bajamos. Yo me quedaba allí, puesto que había recibido el SMS de Claire y no quería perder mucho más tiempo, y Niall se iría andando hasta su casa. 

- ¿Te ha gustado Nandos? - preguntó, con una sonrisa de oreja a oreja. No había dejado de preguntármelo desde que salimos del restaurante.

- Que sí, por enésima vez - me reí - Y el postre en Milkshake City también ha estado genial, de verdad.

- Me alegro de que te haya gustado - dijo, para después llevarse una mano a la nuca y rascársela con nerviosismo - Esto... yo... sigo pensando que es demasiado pronto. Me refiero, que ha durado muy poco tiempo. La cita, la quedada, o como quieras llamarlo.

- Si, yo... yo también lo pienso, pero si no fuera importante no me iría, de verdad - comencé a ponerme nerviosa yo también, notando como los colores me subían al rostro.

- Entonces... supongo que repetiremos esto otro día, ¿no? - me miró, suplicante. Se le veía muy nervioso. Cómo temiendo cualquier respuesta por mi parte.
Yo sonreí tímidamente.

- Eh, si... claro. Sin duda - terminé por decir. Su expresión se suavizó, aliviado.

- Vale, genial. Hasta otra, entonces - más confiado gracias a mi respuesta, se acercó a mi y me abrazó, pegándome a él lo máximo posible. Parecía no querer soltarme. Yo le correspondí al abrazo, medio atontada. Aquello era realmente como un sueño hecho realidad.
Y entonces, ocurrió.

Niall se separó poco a poco de mi. Clavó su mirada en mis ojos, los cuales quedaban a la altura de su boca. Tan sólo había unos pocos centímetros de distancia entre nosotros. Un paso más y ocurriría. Aquello con lo que siempre había estado soñando. Aquello que siempre había deseado. Y él lo estaba intentando.
Pero cuando ya sólo quedaban unos pocos milímetros para juntarnos, yo me separé. Y automáticamente me arrepentí. Comencé a maldecirme a mi misma. Pero la expresión con la que se había quedado él no tenía precio. ¿Qué hacía yo ahora?

- Ya es muy tarde, me tengo que ir. Hablamos, ¿vale? - apreté su mano con cariño y después se la solté, dándome la vuelta y corriendo hacia la puerta del hotel.

No dejé de maldecirme ni un segundo mientras subía en el ascensor hasta nuestra habitación. Pensaba en la tontería que acababa de cometer, la oportunidad que había perdido. Y, sumida en mis pensamientos, saqué la llave y entré en la habitación.

No reparé en que Claire, Lauren y Katie estaban sentadas en la cama hasta que cerré la puerta y ellas me saludaron. Pero no debía de llevar muy buena cara, puesto que comenzaron a acribillarme a preguntas.

- Caitlin, ¿va todo bien? - Katie fue la primera en darse cuenta, puesto que se levantó y corrió a abrazarme. Yo no respondí nada, simplemente me separé de ella, dejé el bolso en una silla y me senté en la cama junto a ellas. 
Las chicas me miraban expectantes, esperando a que yo hablara. Respiré profundamente, tomándome antes unos segundos para meditar.

- Tengo la ligera sensación de que... - paré. Tragué saliva. Aquello era duro de explicar - acabo de cometer uno de los mayores errores de mi vida. 

- ¿De qué hablas, Caitlin? Tranquilízate y explícate - Claire me acarició la mano. Yo la miré, agradecida.

Les expliqué todo: el momento en el que entramos en Nandos, lo que pedimos para comer, cuando me pidió que le contara cosas sobre mí, cuando me dijo que le gustaba, el paseo que dimos hasta llegar a Milkshake City, los batidos que pedimos... y llegué al momento de la despedida. Les conté todo, con pelos y señales. Todo lo que me había dicho, lo que yo le había contestado... hasta el momento en que entré por la puerta de esa misma habitación.

- ¿¡Intentó besarte!? - Lauren se quedó boquiabierta - ¿Por qué no lo hiciste, Caitlin?

- ¡Eso mismo es lo que me estoy preguntando yo, Lauren! ¿Por qué te crees que estoy así? - estaba al borde de las lágrimas pero conseguí contenerme - Niall me gusta y mucho. Siempre me ha gustado. Desde el primer momento en el que los conocí, Niall fue mi favorito. Podría ver sus vídeos y sus fotos durante horas. Él tenía algo especial, algo que lo hacía diferente al resto. Y ahora que lo conozco en persona, que sé como es, que sé como me trata... todo ha cambiado. Ha cambiado para mejor. Ahora no me gusta, me encanta. Y creo que me estoy enamorando de él...

- No es que lo creas... es que lo estás.

- Vale, lo estoy. Punto. Y ahora me arrepiento más que nunca de no haberlo besado, porque no va a querer saber nada más de mi y...

- No. En eso no puedo darte la razón - Claire me interrumpió - Precisamente si le gustas, ha intentado besarte y tú le has rechazado... querrá saber el por qué. Y seguirá intentando tener algo contigo.

- Pero no sé si le gusto. Ha dicho que le gustaba mi forma de ser, mis gustos...

- Caitlin, le gustas. Los chicos no son tan complicados de entender - dijo Katie, lo que provocó que Lauren y Claire se rieran. Hasta a mí me sacó una sonrisa.

- Bueno, dejemos de hablar de mí y pasemos a vosotras, ¿qué tal vuestro día?

{Narra Lauren}

- ¿¡Te besó!? - las tres preguntaron al unísono, lo que me hizo reír.

- Si, me besó... fue algo raro. No me lo esperaba. Algo así como que... me calló con un beso, dicho de forma romántica.

- ¡Ooooooooooooooooish! - las tres soltaron un gritito de la emoción, y todas nos empezamos a reír.

- La verdad es que Harry es un amor. Se portó muy bien conmigo todo el día. Dimos un paseo por Londres, me enseñó las calles más importantes... y no mucho más.

- No te quejes, monina, que está genial - dijo Katie, frunciendo el ceño. Todas sonreímos.

- Bueno, Claire, ahora sólo faltas tú por contarnos tu día. Además, ahora que lo recuerdo, recibí un SMS tuyo. Te juro que en cuanto pude vine a...

El sonido de un portazo me interrumpió. Me callé, y todas nos miramos las unas a las otras. La única que, supuestamente, tenía la llave de la habitación era Amy. Pero no había saludado al entrar, cosa que nos extrañó.
Las cuatro, asustadas, fuimos juntas hasta la entrada de la habitación. Todo estaba sumido en el mayor de los silencios. Nos miramos entre nosotras, sin atrevernos a dar el paso y hablar.

- ¿Amy? ¿Eres tú? - finalmente, Katie se decidió a preguntar en voz alta. Volvimos a mirarnos las unas a las otras, expectantes, esperando una respuesta.

Y la tuvimos. Pero no de la forma en que esperábamos, puesto que oímos unos sollozos a través de la puerta cerrada del baño.

jueves, 23 de febrero de 2012

Capítulo 15

Antes de nada, muchas gracias a todos/as los que leéis esta novela. Intento escribir los máximos capítulos posibles, pero es que entre exámenes, clases y demás, no doy. Así que lo siento. Subiré un capítulo por semana (si llega a eso). Agradecería que todos aquellos que sigáis queriendo que os avise por twitter con cada capítulo, me dejéis un comentario al final de este, si no me vuelvo loca intentando recordar todos los nombres. Repito otra vez, muchas gracias por leer, lo siento por la tardanza y espero que os guste :3
PD: VOTAD EN LA ENCUESTA, ¡POR FAVOR! 
                      
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{Narra Harry}

Louis fue el primero que se atrevió a llevarse a Katie de allí, así que los demás no tardaron en seguirles. Zayn y Amy también se fueron, sin dar explicaciones. Liam esperaba por Claire, que estaba en el baño. Y Niall y Caitlin hablaban animadamente mientras se dirigían a la puerta.
Me sorprendió el rápido cambio de humor de Niall entre el momento de la firma y ahora. Yo estaba a su lado y sí, se lo había notado, lo había notado distante. Pero ahora era el Niall de siempre, hablador, el que se reía por todo. Y en ese momento se le veía más feliz que nunca. Si ya decía yo, que nuestro Niall estaba cayendo...

Al final, tras unos cuántos minutos más, Lauren y yo nos quedamos solos. Ella no había dicho ni una palabra desde que yo había finalizado mi discurso, lo que por una parte entendía. No todos los días alguien se te declaraba de esa forma, ¿no? Un momento, ¿es que eso era una declaración? Ni yo mismo lo sabía...
Tenía la mirada perdida, apuntando al frente. Con cuidado, intenté atraer su atención.

- Lauren, ¿estás bien? - pregunté, cauteloso. Pero mis intentos por no sobresaltarla no dieron resultado, y la chica se dio la vuelta, dando un respingo.

- Si... no, bueno... no lo sé - dijo ella, intentando esbozar una sonrisa momentánea. Solté una leve carcajada, pero rápidamente enmudecí, puesto que ella iba a seguir hablando - No sé, Harry, esto es muy raro. Te conozco desde hace dos días y ¿ya me dices esto? No sé, es como si te estuvieras... declarando. O sea, que no quiero decir que lo estés haciendo. Simplemente es muy raro. 

Ella paró un momento y respiró profundamente.

- Hace cuatro días yo era Lauren Johns, simplemente Lauren Johns, la chica morena y de ojos rasgados que vivía en un barrio central de Manchester. No era demasiado popular en el instituto, pero me llevaba bien con todo el mundo. Las únicas con las que tenía confianza plena eran Caitlin, Claire, Katie y Amy. Mis mejores amigas. Las cinco viajamos hasta Londres para ir a vuestro concierto y poder cumplir nuestro sueño: conoceros - dijo todo esto de carrerilla, aunque improvisando sobre la marcha - ¿Y ahora? Estoy dentro de un camerino con Harry Styles, mi favorito de la banda desde siempre, quién me dice que para él yo no soy una cualquiera - ese último razonamiento me hizo reír. Ella también sonrió - Es el sueño de cualquier fan vuestra y yo lo estoy cumpliendo. Y todo en dos días. Sólo dos días. Cuarenta y ocho horas. Todo va muy rápido y yo no... yo no... 

- Tú no, ¿qué? - la ayudé, tomando su mano entre las mías.

- Yo no quiero ilusionarme con nada. Ya he sufrido mucho en el pasado y no quiero que vuelva a suceder. No voy a negar que cuando fuimos a comer a vuestra casa creí que podría pasar algo entre nosotros dos. La forma en que me hablabas y me mirabas... me hacía sentir especial. Y luego te vi con Caroline, y, tampoco lo voy a negar, me puse muy celosa. Mucho - ella bajó la mirada, avergonzada, mientras yo la observaba incrédulo. ¿De verdad sentía todo eso? - Pero ahora ya sé que...

Antes de que pudiera continuar hablando la besé. Fue un beso dulce y tierno. Ni siquiera sabía por qué lo había hecho, fue un impulso, como si yo no lo controlara. Así que me separé con rapidez, sin dejar de mirarla. Ella me miraba con los ojos como platos y el rostro completamente encarnado.

- Lo... lo siento si te ha molestado... - quería que parase de hablar, pero tampoco era plan de dejarla sin palabras. Ella agachó la mirada, con timidez.

- No te preocupes... - calló unos segundos. Luego volvió a mirarme - ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué yo?

- No lo sé - admití con sinceridad - Simplemente fue un impulso, necesitaba hacerlo. Necesitaba demostrarte que para mí eres única. Y que hacía tiempo que no me encontraba con alguien como tú.

{Narra Claire}

- Claire, relájate, te pones demasiado nerviosa, ¿no te das cuenta de que esto es una tontería? - si, estaba hablándome a mi misma. Era algo que me relajaba, me hacía sentir mejor. Podéis pensar que estoy loca, si es eso lo que queréis, pero a mi me ayudaba - Ya llevas por lo menos diez minutos en el baño. Sal ya antes de que los demás empiecen a preguntarse donde estás.

Y, tras hacer caso a lo que mi yo interno me decía, me dirigí hacia la puerta del baño. La abrí dispuesta a salir, muy decidida, pero me tropecé, cayéndome hacia delante. Tirada en el suelo. Lo que no contaba yo es que alguien estuviera a punto de entrar en el baño en ese momento. Buscándome.
Si, estaba tumbada encima de Liam. Por culpa de mi torpeza, ambos estábamos en el suelo. Yo me estaba muriendo de la vergüenza, pero él no paraba de reír. 

- Eh, ¿estás bien? - me preguntó, divertido - Como tardabas tanto, venía a buscarte... - se levantó con agilidad y me tendió una mano para ayudarme a levantarme, la cual yo tomé agradecida. 

- Si, si, no te preocupes... - comencé a reírme yo también. Si, había sido una caída muy tonta. Pero era mejor reír que llorar. Él, sonriendo, asintió.

- Esto... verás, todos se han ido.

- ¿Todos? ¿Se han ido? ¿A dónde? - pregunté, confundida. 

- Si, se han ido. Louis y Katie estaban hablando en una esquina y después nos comunicaron que se iban y que no volverían hasta la hora de cenar. Niall y Caitlin más de lo mismo. Y Amy y Zayn... bueno, ellos desaparecieron sin decir nada.

- ¿Y Lauren?

- Lauren está con Harry en el cuarto, pero creo que necesitan algo de... intimidad - yo abrí mucho los ojos, sorprendida, lo que le provocó una carcajada - Oh, no te preocupes, están bien. Así que tú y yo también nos vamos, ¿no?

- Esto... si, claro - sonreí de oreja a oreja. ¿Estar a solas con Liam todo un día? Eso si que era un plan, el resto tonterías.

- Pues vamos, conozco un sitio dónde podremos pasear y charlar tranquilamente - y sin esperar una respuesta por mi parte, me arrastró fuera de aquel oscuro pasillo.

{Narra Niall}

- Una hamburguesa con doble de queso, extra de patatas fritas y coca-cola grande, por favor - el camarero de Nandos había venido a atendernos. Como ya me conocían y solía frecuentar aquel lugar, nos habían dado una mesa del fondo del restaurante, recogida, donde nadie pudiera molestarnos.
Tras apuntar mi pedido, el camarero se volvió hacia Caitlin, que leía la carta con semblante confundido. 

- Eh... para mi lo mismo - dijo finalmente, regalándome una sonrisa, una de esas que tanto me gustaban. Había que ver, lo poco que me había costado pillarme...

El camarero se dio la vuelta y se fue.

- Te va a encantar la comida, estoy seguro. Es la mejor que he probado nunca - le aseguré. Si, me encantaba Nandos, era mi restaurante favorito. Ella rió.

- Te creo, ya he escuchado muchas veces que este restaurante te gusta de verdad - contestó ella - De hecho, creo que gracias a ti, Nandos ha ganado mucha fama. Desde que comentaste que era tu restaurante favorito, todas las directioners que podían iban a probar la comida. Eres una buena forma de publicidad - volvió a reír, y yo con ella.

- Deberían contratarme - le guiñé un ojo. Estaba muy guapa ese día. Y todavía me sabía mal cómo la había tratado en la firma... pero bueno, quizás ella no se hubiera dado cuenta - Cuéntame cosas sobre ti - le pedí, apartando mis remordimientos a un lado - Quiero conocerte.
Ella se sonrojó. Avisté un ápice de picardía en su mirada, pero sólo por un momento. Se aclaró la garganta y empezó.

- Hola, encantada, me llamo Caitlin Aoife Jones y tengo 16 años, aunque cumpliré los 17 dentro de tres semanas. Nací en Manchester y viví toda mi vida allí. Mi madre es londinense y mi padre es irlandés, de ahí mi segundo nombre. Tengo una hermana pequeña, Kayleigh, que sólo tiene 10 años. Me gusta mucho la natación y la equitación, aunque esta última no la practico tan a menudo como me gustaría. Mis mejores amigas son Katie, Claire, Lauren y Amy. Soy fan de One Direction y bueno, mi favorito es Niall, desde el primer día - pese a que había comenzado con total seguridad, cuando comenzó a hablar sobre One Direction sus mejillas se tiñeron de un leve tono encarnado. Se aclaró la garganta, parando unos segundos, y continuó - Sí, es mi favorito... Y, bueno, creo que eso es lo básico - tímidamente, agachó la cabeza, apuntando con la mirada al suelo.
Yo no podía dejar de sonreír. Era de lo más adorable. La forma en que se sonrojaba, la forma en la que sonreía, la forma en que me miraba... podría pasarme horas y horas hablando con ella.

- ¿De verdad? - fueron las únicas palabras que conseguí expulsar de mi garganta. Ella asintió levemente, sin mirarme. Yo tomé aire profundamente, pensando, antes de volver a hablar - Lo poco que conozco de ti, Caitlin Aoife Jones, me gusta. Me gusta mucho. Y ten por seguro que estoy encantado de conocerte.

{Narra Katie}

- ¿Nombre completo?
- Katherine Anne Collins.
- ¿Edad?
- 17 años.
- ¿Dónde vives?
- Manchester.
- ¿Color favorito?
- Verde y morado
- ¿Grupo de música favorito?
- Eh...
- ¡VACILACIÓN!
- ¡Eh, eso no vale, no me has dejado ni tiempo a responder!
- No, señorita, las reglas quedaron establecidas al comenzar el juego: "No vaciles, no te rías". No me venga ahora con excusas.
- Lo sé, señorito, pero las reglas quedan anuladas si no me dejas tiempo para responder. Mi respuesta es One Direction.
- Oh, si, claro... ¡ahora no me vale! Sé que lo hace para conseguir librase de la penalización, como si no la conociera...
- No me conoces - me reí.
- ¡RISAS! Vaya vaya, señorita Collins, veo que le gusta eso de romper las normas... ¡Tiene dos puntos menos, que lo sepa!
- Pero... ¡eso no vale! ¡Ya no quiero jugar más! - me crucé de brazos, fingiendo estar enfadada, pero no aguanté más de un par de segundos y comencé a reír. Louis, pese a que pretendía estar mosqueado, tampoco aguantó mucho y sonrió divertido.

Nos encontrábamos en un parque situado a las afueras de Londres, no muy frecuentado, donde podíamos tirarnos sobre el césped para charlar, jugar, dormir o lo que quisiéramos, sin miedo a ser encontrados por alguna fan. Louis había extendido una toalla en el suelo y, tras comprar unos sándwiches en una tienda cercana, improvisamos un pequeño picnic. Después de comer, me propuso jugar una versión del famoso "Megamind", al que ellos jugaban en TXF. Y así estábamos por entonces.

- Eres una tramposa - dijo él, mientras se acostaba sobre la toalla, mirando hacia el cielo. Yo lo miré, incrédula, pero con gesto divertido.

- ¿Tramposa yo? - aproveché para tumbarme a su lado - Eso lo serás tú. Lo que pasa es que temías que te ganara, porque tú vacilaste en todas las preguntas - remarqué la palabra "todas".

- ¿Yo? ¿Vacilar? Tss... - replicó Louis - Sé perfectamente que me llamo Louis William Tomlinson, que tengo 20 años y que nací en Doncaster. Además de tramposa eres una mentirosa, si es que lo tienes todo - esbozó una sonrisa pícara, pero no pude evitar picarme.

- ¡Ah no! - me incorporé de golpe. Cualquier cosa menos mentirosa - ¿Mentirosa, dices? ¡Eso lo serás tú!

- Y picada, que no se me olvide... ¿Dónde están tus virtudes, cariño? - volvió a sonreír.

- Picada, tramposa y mentirosa... añádele que soy tonta también, por estar aquí contigo, mientras podría estar con otras personas - le guiñé un ojo, sonriendo pícaramente. Sabía que se estaba metiendo conmigo, pero me  picaba muy fácilmente.

- ¿Con otras personas? ¿Antes que con tu querido Louis? Venga, nómbrame sólo a una y te creeré - Louis se incorporó, quedando frente a mi. Esperaba mi respuesta. "Venga, nómbrame sólo a una y te creeré". ¿Y qué decía yo ahora?

- Josh Carter - fue el primer nombre que me vino a la cabeza. El nombre del que fue mi mejor amigo durante años, pero que cuando se enteró de que a mi me gustaba, se distanció de mi. Ahora éramos simplemente conocidos. Si llegaba a eso.

- ¿Josh Carter? - me miró, confundido. No se esperaba que fuera a responderle con tanta seguridad - ¿Quién es ese?

- Es un amigo, no lo conoces - respondí.

- ¿Un amigo? - insistió, recalcando la palabra "amigo". ¿Estaría celoso? No, no lo creo. Era Louis, podría tener a cualquier chica con sólo dar una palmada. Y además estaba con Eleanor. Pero no estaba mal eso de divertirse un rato...

- Si, un amigo muy especial. Es un cielo - sonreí divertida, procurando hablar de él de la mejor forma posible.

- Ah... - murmuró - Me gustaría conocerlo.

¿Conocerlo? ¿A Josh? ¿Para qué?
Iba a preguntárselo cuando sonó su móvil. Por un momento pareció aliviado al oír el tono de llamada, pero en cuanto cogió el teléfono y leyó el nombre en la pantalla, se puso serio. Ese gesto duró tan pocos segundos que por un momento creí que había sido fruto de mi imaginación, ya que nada más aceptar la llamada, esbozó una gran sonrisa.

- ¡Eleanor! ¿Qué tal estás?
- ...
- No, no estoy ocupado, tranquila... Dime.

No estaba ocupado. Estaba conmigo, pero no estaba ocupado. 
Era una simple tontería, sólo tranquilizaba a su "novia", mientras ésta, seguramente, le contaba algo importante que le habría ocurrido. Pero dolía. Y mucho. Sentirte desplazada de un momento a otro.

Louis parecía estar disfrutando de la llamada, puesto que no paraba de reír. No aguanté y me levanté, alejándome algunos metros de dónde él se encontraba, sólo para no tener que oír la conversación. Me senté en un banco y me puse a ojear el móvil, aburridamente. No me di cuenta de que estaba apagado, había olvidado encenderlo al levantarme. Y ahora eran las seis de la tarde, ¿tendría algún SMS o llamada perdida?

Sí, lo tenía. Un SMS. De Claire.

Katie, necesito verte ya. Todavía no me creo lo que me acaba de pasar; es... surrealista. Llámame si puedes, y si no, nos vemos esta noche en el hotel. Te quiero. 
Claire xxx

domingo, 5 de febrero de 2012

Capítulo 14

{Narra Caitlin}

Tras caminar a lo largo del pasillo y haber torcido un par de veces a la derecha, el guardia de seguridad abrió una puerta de color rojo y nos hizo pasar a una habitación. Era bastante amplia. Entrando por la puerta, a mano derecha, había un enorme sofá de color rojo, rodeado de unos cuantos puffs en el suelo. A la izquierda, había una gran mesa estrecha y alargada, sobre las que encontramos unas botellas de agua y unas cuantas barritas energéticas. Y en el fondo de la habitación había una gran tele de pantalla plana, un pequeño futbolín, y lo más extraño: un enorme ramo de globos de colores. Había muchísimos. Treinta, por lo menos. 

No me dio tiempo a preguntarme el por qué de esos globos, ya que el señor nos mandó sentarnos en el sofá.

- Esperad aquí. No toquéis nada. No salgáis de esta habitación - y tras decir estas enigmáticas palabras con una voz de lo más monótona, se fue. Escuchamos el eco de sus pasos que se alejaban por el pasillo. Hasta que dejamos de oírlo. Estábamos completamente solas. Y quién sabría donde.

Las chicas comenzaron a hablar animadamente, aunque con un volumen de voz moderado y sin apenas moverse, siguiendo las instrucciones del guardia. Yo, por mi parte, no las escuchaba. Simplemente pensaba. Pensaba en Niall, y su extraño comportamiento conmigo minutos atrás. Pero, lo peor no era eso. Lo peor era el por qué. ¿Por qué, si ayer estábamos tan bien? ¿Por qué?

{Narra Amy}

Resoplé, con aburrimiento. Ya llevábamos por lo menos media hora allí encerradas. Al principio era divertido, procurábamos no reírnos muy escandalosamente e intentábamos averiguar por qué estábamos en aquella sala. Pero, al cabo de un rato, nos aburrió. Y mucho.
Caitlin se encontraba ausente, con aspecto pensativo, desde que habíamos entrado en la habitación. No era algo muy normal en ella, pero lo dejé pasar. Claire y Lauren habían aprovechado para conectarse al twitter desde sus respectivos móviles, puesto que también estaban ausentes del mundo real. Pero Katie parecía tan aburrida como yo.

Ambas intercambiamos una mirada muy significativa, que acabó tornándose en una sonrisa. Parecía que iba a ser imposible cumplir las palabras del segurata. 
Ambas nos levantamos a la vez y nos acercamos hasta la televisión. 

- Tened cuidado con lo que hacéis, ya sabéis lo que nos dijo el guardia - nos advirtió Claire, sin apartar la mirada de la pantalla de su móvil.

- Descuida, lo tendremos. Sólo estamos echando un vistazo - repuse yo. Gastamos un minuto observando las portadas de los distintos videojuegos que tenían, pero pronto descartamos esa idea. Todos eran de fútbol o de coches. Aburrido.

Katie se acercó entonces al enorme ramo de globos. La seguí. Los examinamos con la mirada al principio, pero después nos arriesgamos a tocarlos. Cogimos uno cada una y los soltamos. Flotaban. Eso sólo podía significar una cosa: helio.

Las dos nos miramos, intentando contener la risa y comenzamos a desatar el nudo de nuestros globos. Katie no se atrevía a probarlo primero, por lo que yo lo hice. Me llevé el globo a la boca y aspiré un poco del aire que contenía. Y dije la primera frase que se me ocurrió.

- Vas happenin'? - Katie estalló en carcajadas nada más escucharme. Mi voz se asemejaba totalmente a la de una ardilla. Divertida, le hice un gesto para que se callara - No seas tan escandalosa, Katie - intenté contener la risa. Ya habíamos llamado la atención de las otras chicas, que nos miraban con curiosidad - Venga, te toca a ti.

Katie respiró profundamente, para calmar su risa y se llevó el globo a la boca. Aspiró.

- Baby you light up my world like nobody else - cantó la primera frase del estribillo de WMYB con su voz afectada por el helio. Pero la de ella, más que a una ardilla, se parecía a la de un personaje de un videojuego. Parecía virtual. Y yo ahí ya no pude contenerme. Comencé a reírme escandalosamente, muy habitual en mi. Katie tampoco podía parar de reír, por lo que al final conseguimos que Lauren y Claire se unieran a nosotras. Hasta le sacamos una sonrisa divertida a Caitlin, y todo.


Tirada en el suelo, con los ojos llorosos por la risa, le pasé mi globo a Claire, para que hablara ella, que aceptó encantada. Dijo una frase tan simple como "Hola, me llamo Claire", pero Katie y yo habíamos empezado y ya no podíamos parar.


Katie le pasó después el globo a Lauren y ambas nos hicieron una representación de la canción "Barbie Girl". Lo hacían siempre que se veían, así que se lo sabían de memoria. Y, con el helio, a Lauren le resultaría mucho más fácil hacer de Barbie.

- Hi Barbie - comenzó Katie, con la voz más grave que pudo.
- Hi Ken - la voz de Lauren afectada por el helio era de lo más graciosa.
- Wanna go for a ride?
- Sure Ken! - y aunque dijo la frase en voz lo suficientemente alta como para que le escuchara alguien que estuviera en el pasillo, fue interrumpida por un estruendoso golpe. Todas nos callamos de golpe, aguantándonos la risa, y miramos hacia la puerta, que se estaba abriendo.


{Narra Lauren}

El guardia de seguridad asomó su cabeza por la puerta, con cara de pocos amigos. Al vernos sentadas en el suelo, con los globos medio desinflados entre nuestras manos y gritando como locas, sus ojos se abrieron de par en par. Y frunció el ceño aún más de lo que lo tenía antes.

- ¿Qué estáis haciendo? - rugió, más que preguntarnos. Nadie le respondió, pues estábamos algo asustadas - ¿No os dije que no tocarais nada?

Y antes de que nos diera tiempo a responder, la cabeza de Zayn se asomó por encima de la del señor.

- Eh, tio, déjalas. No pasa nada - sonrió y nos guiñó un ojo. Tras él, entraron los otros cuatro en la habitación, y nos miraron con gesto divertido - Vete, ya nos encargamos nosotros.

El hombre, con desconfianza, y tras volvernos a fulminar con la mirada, desapareció, cerrando la puerta tras de sí. Nosotras, con timidez, dejamos los globos en su sitio y fuimos hasta donde ellos estaban. Bueno, todas menos Amy, que seguía riéndose.

- Se ve que lo estabais pasando bien, ¿eh? - comentó Louis, divertido - La verdad es que Harry y yo solemos jugar mucho con globos de helio, nos encantan - empezó a reírse él solo. Yo desvié la mirada hacia Katie para observar su reacción. Era la misma que cuando lo veía reírse en los vídeos. Sonreía ligeramente, pero sus ojos brillaban como nunca.

Tras intercambiar unas palabras más, los chicos nos ofrecieron algo de beber, pero nosotras nos negamos. 
Estuve unos segundos más de pie, pero el ver que cada una de mis amigas se iba a hablar con cada uno de ellos, me acerqué al sofá rojo y me senté. Harry era el único que quedaba solo, y la verdad no me apetecía nada hablar con él. No me inspiraba confianza. Pero a la vez, me atraía. No sé, era un sentimiento muy extraño.

Cogí mi móvil y abrí el twitter, esperando tener alguna mención para entretenerme. Pero no me dio tiempo ni a iniciar sesión, puesto que alguien que se acababa de sentar justo a mi lado me arrebató el teléfono de mis manos.

- Quiero hablar contigo - no era una petición, ni una pregunta. Era, más o menos, una obligación. Aunque formulada de forma cautelosa.

- ¿Sobre qué? - le dediqué la mejor de mis sonrisas. No quería tener problemas ni darle importancia a cosas que, probablemente, no la tenían. Sería lo mejor, para mí y para todos.

- Sobe ayer - iba a replicar, pero Harry puso un dedo sobre mis labios para callarme. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo - No digas nada todavía, déjame hablar a mi primero.

Asentí, sin decir una sola palabra y lo miré. Él carraspeó y se tomó unos segundos para pensar como empezar.

- Vamos a ver... Lauren. Te conozco de hace... ¿dos, tres días? Y ya me has dado más que pensar que algunas personas con las que llevo toda la vida - bajé la mirada. Si comenzábamos así, me parece que no querría seguir escuchando... Pero él puso dos dedos bajo mi barbilla y me obligó a mirarle a los ojos - ¿Recuerdas el día en que "nos conocimos"? Yo sí, como olvidarlo. ¿Y recuerdas también que te había dicho que desde el incidente en la estación no había podido dejar de pensar en ti? Era verdad. Y lo cierto es que todavía sigue siéndolo. Lauren, apenas te conozco, pero tienes algo... no sé qué es. Algo que me hace querer más. Quiero conocerte, saber que es lo que te gusta, lo que no te gusta, tus defectos y tus virtudes. Quiero saberlo todo sobre ti, desde el día en que nos conocimos. Y eso nunca me había pasado con nadie. Ni siquiera con Caroline, si estás pensando ahora mismo en ella. 

Harry dejó de hablar. No sabía si había terminado o no, pero por tonto que pareciera el discurso, era una de las cosas más bonitas que me habían dicho en toda mi vida. Y no sabía que responderle.
Me sacó del apuro unos segundos después.

- Y, respecto a lo que me dijiste ayer... - tragó saliva y me miró fijamente a los ojos - Tú no eres una fan cualquiera. No eres una más. Y te lo voy a demostrar.

{Narra Claire}

- ¿Seguro que no quieres beber nada? - Liam volvió a insistir, esta vez me mostraba un refresco de cola que acababa de sacar de la nevera. Me reí ligeramente.

- Que no, de verdad, no te preocupes - poco a poco comenzaba a soltarme frente a él, pese a que la timidez aún me podía. Me senté en el puff que había en el suelo, esperando a que él terminara de escoger su bebida.

Al final se decantó por un refresco de limón, y tras abrirlo y beber un trago, se sentó en el puff que estaba junto a mi.

- Bueno, creo que tenías que decirme algo, ¿no? - lo miré y sonreí, intentando aparentar tranquilidad, aunque no lo conseguí.
Él se rió.

- ¿Qué te pasa? - su pregunta me dejó desconcentrada. ¿Cómo que qué me pasa? - Quiero decir... ¿por qué te pones así? No tienes que tener vergüenza a hablar conmigo, soy un chico normal y corriente - ahí estaba. Noté como los calores me inundaban y como mis mejillas se volvían de un tono carmesí.

- Liam, entiéndeme, no puedo evitarlo... llevo mucho tiempo en... - me callé a tiempo. Si, iba a decir "llevo mucho tiempo enamorada de ti". Pero por suerte, me di cuenta. ¿Se habría dado cuenta él también? La expresión de su rostro no ayudaba mucho a descubrirlo, la verdad - Esto... necesito ir al baño. Seguimos hablando ahora.

Me levanté y me acerqué con rapidez a la puerta. Ya tenía medio cuerpo fuera cuando escuché una voz a mis espaldas.

- Gira a la derecha nada más salir y es la primera puerta a la izquierda - su tono de voz era divertido. Creo que sí que se había dado cuenta de que intentaba disimular.

{Narra Niall}

¿Y ahora qué? No sabía como acercarme a ella después de haberla ignorado completamente durante la firma. Su rostro estaba sumido en la seriedad más profunda mientras, apoyada en la pared, se entretenía ojeando algunas cosas en su teléfono. 
En un principio, pensé en continuar con mi silencio. No dirigirle la palabra. Pero eso sería muy complicado de cumplir, además de que no demostraba demasiada educación. Así que olvidé todo lo que había planeado horas atrás y me acerqué a ella.

- Me alegro de que hayáis venido, siempre es bonito encontrarse a alguien conocido - dije a modo de saludo mientras le abrazaba, tratando de mostrarle una de mis mejores sonrisas. Y lo cierto es que no era difícil. A su lado salían solas. 

Ella me miró confundida, pero aprecié un atisbo de esperanza en su mirada, aquella que había perdido durante la firma.

- ¿Qué? - preguntó. Parecía no haberse enterado de nada. O quizás quería que se lo repitiera una vez más.

- Que me alegro de que hayáis venido, así será mucho más fácil cumplir mi promesa - le guiñé un ojo. Si, cumpliría con mi palabra. Por un día no pasaba nada. Mañana ya decidiría qué hacer.

{Narra Amy}

- Pero bueno, ¿a ti te parece normal? Ahora tengo la mano manchada. ¡Por tu culpa! Ya me la estás limpiando - Zayn berreaba como un niño pequeño, fingiendo enfado, pero yo no podía dejar de reírme.

- Oh, pobrecito mío, que está manchadito él..., - comencé a hablar, mostrándome de acuerdo con él - pero no me niegues, cariño, que no te ha encantado que apuntara mi número en tu mano. Estoy seguro de que alardeaste delante de más de uno de que habías conseguido mi número de teléfono. Si es que... ¡eres un quejica! - me crucé de brazos, pero no borré la sonrisa de mi rostro.

Él, ante mis palabras, se rió.

- Que te quede claro, guapa, que yo hago así - chasqueó los dedos - y tengo a todas a mis pies - sabía que lo decía de broma, pero no pude evitar picarme.

- ¿Ah si? Pues hazlo - chasqueé los dedos, como había hecho él antes - Y asegúrate de pedirles por favor y de mi parte que se ocupen ellas de limpiarte la mano, porque yo no lo pienso hacer.

- Ya, pero yo no quiero que me limpien ellas, yo quiero que me limpies tú.
- Ah, pero, ¿y si yo no quiero?
- Lo estás deseando, tonta - se rió.
- ¿Tonta? Así no lo arreglas.
- Perdón, listísima. ¿Mejor?
- Mucho mejor - sonreí satisfecha y, cogiéndole de la mano, tiré de él. Abrí la puerta y nos fuimos en dirección al baño.

{Narra Louis}

- Tienes una voz adorable cuando hablas con helio - dije por tercera vez, esbozando una sonrisa divertida.

- Oh, venga, Louis, déjalo ya - parecía nerviosa, como si se avergonzara de que la hubiera escuchado - No intentes cambiar de tema y devuélveme lo que es mío - alargó la mano hacia mí, funciendo el ceño e intentando aparentar seriedad, pero no lo conseguía. Tenía un aspecto muy gracioso, así que me reí.

- Mira que eres impaciente, ¿eh? ¿Y qué pasa si yo no te lo quiero dar? - la reté, intentando contener la risa.

- No es muy fácil encontrar una forma de venganza en estos momentos, teniendo delante a mi ídolo, pero ten por seguro que al final la acabaré encontrando - dijo esto muy seriamente, pero sus palabras me provocaron una carcajada. Adorable.

- Seré bueno y dejaré que te vengues, pero por el momento voy ganando yo, así que quiero que hagamos algo - levanté una ceja, esperando su aprobación. Ella asintió, sonriendo tímidamente.

Así que yo cogí mi chaqueta y me dirigí a los demás, no sin antes guiñarle un ojo a la chica.

- Nos ha surgido un contratiempo, chicos, así que nos vamos. Volveremos para cenar... o no - tenía un par de cosas pensadas. Me valdrían para conocerla mejor. Y, además, sería muy divertido.