viernes, 26 de octubre de 2012

Capítulo 41.

HOLAAAAA AMORES :') Aquí os dejo el PENÚLTIMO capítulo de la novela. Os dije que acabaría pronto... y ya estoy preparando el último, así que no creo que tarde en subirlo (pero nunca se sabe, porque con los exámenes y todo eso...).
Quería daros las gracias porque estoy a puntito de llegar a las 20.000 visitas en el blog... y eso es una pasada. En serio, mil gracias a todas los que me leen, que aunque no sean muchos, al menos lo hacéis. Y gracias también por todos los comentarios que me dejáis, los leo todos y me encantan, de verdad.
Personalmente, a mi este capítulo me gusta mucho y espero que a vosotras también :) Y nada más, os dejo leerlo tranquilas. Ya sabéis, para cualquier cosa, pregunta en ask, mención en twitter o comentario en blog, ¿vale? Os quieroooooo <3.
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{Narra Harry}

Nada más abrir la puerta, una enorme ráfaga de aire frío me golpeó el rostro. No parecía, ni por asomo, que estuviéramos en agosto, pero bueno, ya se sabe cómo de extraño es el clima en Reino Unido. El caso es que la fuerte brisa me estaba revolviendo el pelo por completo, además de congelarme todas las partes de mi cuerpo que estaban al descubierto. Y contando con que llevaba una camiseta de manga corta...

Mi primer pensamiento fue Lauren. Con aquel vestidito tan corto y fino debía de estar congelándose por completo.
Moví mi cabeza de un lado al otro, mirando en todas las direcciones, tratando de avistar su delgada figura en aquella calle oscura, tan sólo iluminada por un par de farolas.
Y allí estaba, a tan sólo un par de metros de mí, apoyada contra la pared del edificio contiguo, hecho de grandes bloques de ladrillo.
Corrí, literalmente, hasta dónde ella se encontraba.

- Lauren, por favor... - comencé a decir.
- Harry, vete - ella me interrumpió tajantemente.
- Espera, sólo quiero decirte que...
- Que no, Harry, quiero estar sola. Vete.
- ¡Que no, joder, que no me voy a ir hasta que me hayas escuchado! - elevé ligeramente la voz.
- ¡QUE TE ESTOY DICIENDO QUE TE VAYAS! - Lauren se volvió hacia mi y comenzó a gritarme.
- Joder, Lauren, no entiendo por qué te pones así.
- ¿QUE NO QUÉ? Me parece que no te he entendido bien, ¿puedes repetirlo? - Lauren elevó una ceja, cruzándose de brazos.
- Ah, ahora quieres escucharme, ¿no? - contesté, con un leve deje triunfante. Ella levantó aún más la ceja, si cabe.
- ¡VETE A LA MIERDA, HARRY! ¡OLVÍDAME, ¿VALE?! - Lauren se dio la vuelta y comenzó a alejarse por la calle oscura a paso apresurado.
- No... ¡Lauren! - mierda, joder, ya la había vuelto a estropear. Eres imbécil, Styles, un completo imbécil - Lauren, por favor, no te vayas.
- Que me olvides, te he dicho. Desde que has entrado en mi vida no has hecho más que estropearla - me frené en seco al escuchar esa última frase, que me había dolido mucho más que cualquier otra cosa. Mucho más que una bala en el pecho, mucho más que un puñal clavado en la espalda. Ella continuaba andando y yo, veía, paralizado, como se marchaba.
- No puedo olvidarte, Lauren - murmuré, con un hilo de voz, aunque lo suficientemente alto como para que ella me escuchara. Eso no la hizo detenerse - Ya es tarde. Estoy enamorado de ti.

Entonces sí que dejó de andar. Durante uno, dos, tres minutos se mantuvo de espaldas a mi, con su larga melena ondulada ondeando al viento. Finalmente, pasado ese tiempo, se dio la vuelta, con expresión seria.

- No me lo creo.
- Estoy enamorado de ti, Lauren - repetí, obviando su última frase.
- No... - su voz se quebró, como si fuera a romper a llorar, aunque no pude precisarlo debido a la distancia a la que nos encontrábamos.
- Estoy enamorado de ti - volví a decir, por tercera vez. Lauren bajó la cabeza, apuntando con su mirada al suelo. Se mantuvo en silencio durante algunos segundos.
- Si estás enamorado de mi, ¿por qué me has hecho esto? - preguntó, con el mismo tono enfadado del principio.
- Es que no te he hecho nada, Lauren, ese es el problema. Si me dejaras darte una puta explicación lo entenderías todo, joder... - comencé a perder la paciencia, más que nada, porque sentía que la estaba perdiendo por una estupidez como aquella.
- Adelante - una única palabra que me dejó descolocado. No creí que fuera a ceder tan fácilmente, por lo que no había preparado exactamente lo que le iba a decir...

Tomé aire un par de veces y carraspeé, preparado para hablar.

- Desde el primer momento en que te vi, cuando, por accidente, tiré tus bolsas al suelo, hace ya casi dos meses, llamaste mi atención. Sabes eso que todos dicen de que soy un mujeriego, utilizo a las chicas para acostarme con ellas y luego las dejo tiradas, y cosas por el estilo, ¿verdad? Sí, si eres fan nuestra tienes que saberlo. Pues bien, también deberías saber que todo eso es una auténtica mentira. Cosas que la prensa se inventan. Intentan hundirme, porque saben que con la presión que ejerce sobre uno el ser famoso, es fácil, y daría mucho que hablar. Muchas exclusivas, muchas noticias. Pero todo eso, repito, es mentira. Soy un chico normal y corriente, que está cumpliendo su sueño y que tiene sus sentimientos. Yo también tengo un corazón. Yo también me enamoro. Y eso me pasó desde el puto primer instante en que te vi, Lauren. No sé qué fue, si las amables palabras que me gritaste - ironicé, haciéndola sonreír - o esa sonrisa permanente en tu rostro. O quizás tu optimismo, o tu interés por hacer feliz siempre a la gente. Algo hay en ti, Lauren, que me enganchó, algo que no tienen las demás chicas. Y hacía tiempo que no me sentía de esta manera...

Hice una pequeña pausa, tratando de elegir correctamente las palabras que quería usar.

- En realidad, todo parece fácil, ¿verdad? Alguien normal, en mi caso, hubiera intentado conocerte, gustarte y, por último, pedirte salir. Y todo arreglado. Pero, ¿sabes cuál es el problema? Que yo no soy alguien normal. Yo soy Harry, el de One Direction. Todos me conocen así. Por desgracia, nadie me quiere por mi verdadero yo. Harry Edward Styles, nacido en Holmes Chapel, el uno de febrero de mil novecientos noventa y cuatro. Por desgracia, sólo un pequeñísimo puñado de personas se interesaban por ese Harry. Tú fuiste una de ellas, lo sé. Y... - hice una pausa de un par de segundos - Caroline también lo fue. O eso creía yo. Era una mujer adulta, madura... atractiva - intenté reprimir una sonrisa ante la mueca de asco que apareció en el rostro de Lauren - En fin, que me gustó mucho. Y me hizo creer que yo a ella también. Salimos juntos, ya sabes, pese a que todos decían que la diferencia de edad era demasiado grande y que ella me estaba utilizando. Yo lo ignoré, sólo quería ser alguien normal. Pero la prensa ganó. De nuevo. Consiguieron hundirme, hacerme creer todo lo que decían sobre nosotros y, finalmente, terminé cortando con Caroline. Le propuse continuar siendo amigos, pero ella no se lo tomó bien. Nunca llegó a superarlo. Y desde entonces, se ha inventado cientos de historias, de mentiras, o, simplemente, ha tratado de joder cualquier intento de relación que llevaba a cabo. Estaba haciéndome la vida imposible, pero yo la ignoraba. Pensaba que en algún momento se cansaría y me dejaría en paz. Y entonces apareciste tú, y me di cuenta de que la cosa continuaba. Caroline no se había cansado, no se había rendido todavía. Traté de alejarla de ti, porque sabía que tú merecías la pena. Quise poner algo de mi parte por intentarlo. Fue algo parecido a un reto y... no salió bien. Caroline acabó ganando, metiéndote ideas falsas en la cabeza. Y a mí, consiguió hundirme de nuevo - dejé de hablar. Creí que lo que había dicho había sido lo suficiente para explicarme y, con suerte, para que me perdonara.

Miré a Lauren, que seguía en la misma posición que antes, si bien había dejado de observarme y ahora mantenía la mirada fija en el suelo. Era una situación extraña. Nos encontrábamos a casi tres metros el uno del otro, pero parecía que la tenía a mi lado. Sabía como se sentía. Confundida. Extraña. Tal y como me sentía yo.

- Me voy, Harry - murmuró, esta vez con un tono de voz más dulce. Clavé mi mirada en la suya, pese a la distancia que nos separaba. Sentí que el alma se me caía a los pies.
- ¿Qué? - dije en un susurro, inaudible. Sin embargo, ella lo escuchó.
- Necesito pensar - dijo - Lo siento - añadió. Mi cara debía ser un poema en aquellos momentos - Hablamos, ¿vale? - y, lentamente, se dio la vuelta y se alejó por la calle oscura. La vi irse, con miles de lágrimas brotando de mis ojos y deslizándose por mis mejillas silenciosamente.

¿Soy sincero? Creí que me iba a perdonar. Creí que todo volvería a ser como antes. Creí que, la primera persona con la que estaba siendo sincero de verdad, me entendería. Pero, como con todo, me equivocaba.

domingo, 14 de octubre de 2012

Capítulo 40.

Aquí el capítulo 40, cada vez falta menos para que llegue el final. Cualquier cosa que queráis decirme, podéis hacerlo por comentario aquí, mención en twitter o pregunta en ask. Una vez más, gracias a todos los que me leéis y gracias por todas las cosas que me decís. Son las que me dan ganas de seguir escribiendo capítulo tras capítulo. Sin más, espero que disfrutéis del capítulo :)
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{Narra Katie}

Era ella. Tenía que serlo. Su pelo rubio anaranjado era inconfundible, al igual que sus marcadas curvas. Esas curvas que volvían locos al 99% de los chicos y que me habían hundido más de una vez.

[Flashback. Hace, aproximadamente, seis meses...]

El teléfono estaba sonando.

- ¡Katie, cielo, es para ti! - mi madre, con tono preocupado, me llamó desde el piso de abajo, después de descolgar el teléfono.
- ¡Que llamen más tarde! ¡No pienso bajar ahora! - enfadada, me tiré en la cama y tapé mi cabeza con la almohada.

Escuché un murmullo de voces que apenas duró unos segundos y, después, unos cuantos pasos que subían hacia el piso de arriba. Acto seguido, dos débiles golpes sonaron en la puerta de mi habitación, para después abrirse, dejando ver el rostro de mi madre.

- Katie, cariño, es Audrey. Quiere hablar contigo, está muy preocupada por ti.
- ¿¡Esa puta!? ¿¡Preocupada por mi!? ¡No te creas nada de lo que te diga!
- ¡Katie! ¿Qué estás diciendo?
- ¡Lo que oyes, mamá!
- Es tu mejor amiga, no puedes hablar así de ella.
- ¿Mi mejor amiga? ¡PUES ACABA DE JODERME LA VIDA Y ESO NO ES LO QUE HACEN LAS MEJORES AMIGAS!
- Katie, que sepas que no te permito que hables así de Audrey ni que me grites a mí de esa forma. Ahora mismo vas a bajar y a disculparte con tu amiga. Y, después, vamos a tener una seria charla las dos para decidir qué castigo ponerte.
- Pero mam...
- ¡Nada de peros! Empezaré por prohibirte que quedes con tu novio, el Josh ese. Nunca ha sido una buena influencia para ti... - tuvo que nombrarlo. Tuvo que tocar ese tema. El de Josh. Ella no tenía ni idea...
- Para tu información, mamá, ya no salimos juntos - dije con un hilo de voz y al borde de las lágrimas.

Dicho esto, salí de mi cuarto y bajé las escaleras. Cogí el teléfono que reposaba sobre la mesa.

- ¿Katie? - preguntó una voz al otro lado de la línea.
- ¿Me puedes explicar por qué me llamas? ¿Por qué no me dejas en paz? ¿No te llega con haberme humillado delante de todo el colegio? - pregunté, lo más calmada posible.
- Cielo, no te he humillado para nada, sacas las cosas de contexto...
- ¿QUE NO QUÉ? - estallé - DESPUÉS DE HABERTE ACOSTADO CON MI NOVIO, TENIÉNDOME ENGAÑADA DURANTE DOS PUTOS MESES Y HABERTE DESCUBIERTO, FINALMENTE, A TI MISMA DELANTE DE TODO EL INSTITUTO... ¿ME DICES QUE NO ME HAS HUMILLADO?
- Katie, yo...
- ¡NO! - la interrumpí - Cállate, Audrey. No es la primera vez que lo haces. Siempre me tratas como a tu inferior, mirándome por encima del hombro. Estoy harta de llegar a casa y echarme a llorar, pensando que mi vida es una mierda, que yo soy una mierda. Estoy harta de que me infravalores. HARTA. Te crees el centro del mundo, que puedes hacer lo que te de la gana, cuando te de la gana y con quién te de la gana. ¿Pues sabes qué? Conmigo no. Creí que éramos amigas. Creí que eras mi mejor amiga, que me comprendías, que me apoyabas, que me querías. Pero sólo era uno de tus trucos, como todo lo que haces. Tratas igual a todo el mundo y yo debería haberme dado cuenta de que conmigo sería igual. Me das asco.
- No me puedo creer que me estés diciendo esto... ¡yo te di una vida! ¡Yo te saqué del grupo de los frikis y empollones y te introduje en la élite! ¡Nunca serías lo que eres ahora si no llega a ser por mi. Nunca habrías salido con Josh si no fuera por mi. Ahora estarías babeando por él, como una auténtica estúpida... ¿y así me lo pagas
- ¿Para qué haber empezado a salir con Josh si al final los dos me habéis hecho la putada? Preferiría ser como antes... preferiría eso mil veces a haberme convertido en alguien como tú.
- Que te den, Katie. Ya volverás rogando que...

No quise escucharla más, así que colgué el teléfono.

[Fin del flashback]

Llevaba casi ocho meses saliendo con Josh cuando todo ocurrió. También llevaba dos meses enteros siendo engañada. Tanto por él como por ella. No podía sentirme peor en aquellos momentos. Todos los amigos que tenía hasta el momento, amigos que había hecho gracias a Audrey, que era, por así decirlo, la popular del instituto, se esfumaron. Me quedé completamente sola, salvo por el hecho de que Caitlin y Claire se preocuparon por mi. Conocía a Caitlin desde pequeña y se podría decir que éramos buenas amigas. No podía decir lo mismo de Claire. Era tímida y, por lo tanto, víctima de muchas de las putadas que Audrey llevaba a cabo, así que no me relacionaba mucho con ella.

Aunque me costó, terminé por superar lo de Josh. No quise volver a enamorarme durante mucho tiempo. Evitaba a cualquier chico que se me acercaba, todo por miedo a que me engañaran de nuevo.

Cuando, a principios de verano, las chicas y yo decidimos venir a pasar los dos meses a Londres, tuve una seria charla conmigo misma. Olvida el pasado. Vive el presente. Y eso hice. Así conocí a Louis, mi amor platónico desde hacía bastante tiempo. Amor platónico que poco a poco se convirtió en realidad. Algo impensable por mi parte. ¿Y qué ocurrió? Que volvió Audrey. Yo sabía que algo así iba a ocurrir, lo presentía. Y hizo exactamente lo mismo que había hecho seis meses atrás, dejándome destrozada, otra vez.

¿Qué hacía aquí, ahora, otra vez? ¿No me había dicho Louis que todo se había acabado?

Audrey se acercó a él después de lanzarme una mirada de auténtica suficiencia que me hizo quedarme clavada en un punto fijo, a poco más de un par de metros de ellos. Pude escuchar perfectamente lo que hablaban, me encontraba lo suficientemente cerca como para ello.

- Hola, Louis. Ya te echaba de menos... - sonrió, parpadeando lentamente con sus ojos de gata.
- Audrey, ¿qué haces aquí? - Louis se volvió hacia ella con el rostro serio.
- Me enteré de que había fiesta y de que tú ibas a ir. Eso fue lo que me convenció - Audrey alargó su mano derecha hacia él, acariciándole suavemente la mejilla.
- Tú no estás invitada - inquirió él, apartando la mano de la chica de su rostro. Ella abrió mucho los ojos, confundida.
- ¿No estoy invitada? Creí que por ser tu novia lo estaría... - fingió hacer pucheros. Louis rodó los ojos.
- Pero si no eres mi novia. Deja de inventar ya, ¿no? - levantó una ceja, incrédulo, después de hablar. Zayn y Liam observaban atentos la situación.
- No estoy inventando nada, Lou... - murmuró ella, en un susurro roto, apenas inaudible.
- Creo que te lo dejé claro hace ya tiempo. No quiero nada contigo. Nada. Na-da. ¿vale? - Louis le dedicó una sonrisa fingida - Venga, hasta luego - la dejó allí, de pie, incrédula. Estaba segura de que nunca le había ocurrido nada así, de ahí su reacción. Probablemente, igual a la mía.

Nunca había visto a Audrey derrotada. Esa chica segura de si misma, valiente y que con sólo chiscar los dedos tenía a todos los hombres posibles a sus pies. Ahora sabía cómo era en realidad y que hasta la persona, en apariencia, más fuerte, tiene sus puntos débiles.

- ¿Querías algo? - Louis se encontraba ahora frente a mí, dedicándome una de sus encantadoras sonrisas. Una sonrisa sincera, que me hizo sonreír a mí nada más verla.
- Eh... sí, esto... - no me salían las palabras. Timidez, nervios, confusión... era una mezcla de todo.
- Yo también quiero decirte algo. Empezaré yo primero, ya que veo que tú no lo llevas tan bien preparado como yo - se echó a reír, para después añadir - Sí, llevo preparando este discursito durante al menos dos semanas - cerró los ojos, tratando de aparentar seriedad, y se sacó un papel del bolsillo del pantalón. Lo desdobló y se aclaró la garganta, fingiendo que iba a empezar a leer.

Yo comencé a reír y todos mis nervios se disiparon de golpe. Él se rió a su vez y volvió a guardar el papel en el bolsillo del pantalón.

- Eres tonto, Louis - sonreí, mirándolo a los ojos.
- Lo sé. Es más, no soy tonto. Soy un idiota. Soy un completo imbécil. Me merezco lo peor... - hizo una pequeña pausa - Pégame, anda - alargó su brazo hacia mí y giró la cara, con un gesto dramático. Yo comencé a reír de nuevo.
- No seas exagerado. No te mereces lo peor. Sólo he dicho que eres tonto.
- Lo soy, por haberme arriesgado a perderte - un nudo se me formó en la garganta.
- No... no me has perdido.
- Te besé y después me fui con Audrey. Te hice lo mismo que ella te hizo a ti no hace demasiado tiempo - ¿qué? ¿Acaso Louis conocía la historia de Josh?
- ¿Cómo... - hice una pausa, durante la cual le miré fijamente, con expresión incrédula - cómo lo sabes? ¿Quién te lo ha contado?
- Eso no importa. Me siento la peor persona que puede existir sobre la faz de la Tierra.
- Tú no lo sabías, Louis, no es tu culpa...
- ¿Y qué? Eso no se hace. No se le hace a nadie, le hayan engañado anteriormente o no. Y sé que no merezco que me perdones, pero soy demasiado egoísta como para no pedírtelo...
- Cállate ya, Louis, todo este rollo sentimental no te pega nada - le interrumpí, soltando una carcajada, para después pasar los brazos alrededor de su cuello y hacer lo que estaba deseando hacer desde hacía bastante tiempo.

{Narra Liam}

Sonreí después de haber estado presenciando toda la reconciliación entre Louis y Katie. Zayn, que estaba junto a mi, se reía en bajito o hacía pequeños comentarios sobre ambos.

- Ya era hora de que todo se arreglara, ¿verdad? - comentó, después de darle un pequeño trago a su copa.
- Sí, ya era hora - yo no estaba bebiendo nada, ya que recientemente había recuperado mi otro riñón y no quería arriesgarme - Pues a mi todo esto me ha puesto sentimental, yo me voy con Claire.
- Tío, eres un moñas, no me dejes aquí sólo - protestó Zayn.
- No te quejes y vete a darle duro con Amy, ¿no presumías tanto de ello? - le reproché, con tono divertido.
- No tío, lo decía de broma, yo no veo a mi novia como un objeto sexual...  - se defendió. No pude evitar echarme a reír - Además, ahora está en la pista bailando, y ya sabes que yo odio bailar.
- Lo siento en el alma, pero yo me voy - volví a reírme y lo dejé allí, debatiendo entre irse a la pista con Amy o quedarse allí sólo.

A Claire tampoco le hacía mucha gracia bailar, me lo repetía siempre, poniendo la excusa de que lo hacía mal. Yo la había visto bailar más de una vez y tampoco me parecía que lo hacía tan mal, pero prefería no discutir con ella. La dejaba ganar, sólo por ver su tímida sonrisa.
Estaba sentada en un taburete junto a la barra, concentrada en observar la pantalla de su móvil.
Me acerqué por detrás y le tapé los ojos con ambas manos.

- Hola preciosa, ¿vienes a bailar? - traté de poner una voz distinta a la mía, para ver cual era su reacción.
- No, Liam, ya sabes que odio bailar - y se echó a reír.
- No hay manera de pillarte, eh - dije divertido mientras me sentaba frente a ella.
- Te conozco demasiado bien, ese es el problema - guardó su móvil en el bolso y me cogió la mano, acariciándola suavemente. Sonreí de forma inconsciente.
- Te quiero, ¿sabes?
- ¿Cómo es que estás tan sentimental? - Claire se echó a reír.
- Jo, no me quieres nada. Niall me llamó de todo por haberos gastado esa broma y ahora tú no me consuelas...
- No será para tanto, ¿no? - sonrió divertida.
- Sí que lo es - hice pucheritos, aguantando la risa.
- Oh, pobrecito él, ven aquí - Claire se puso en pie y me rodeo con sus brazos. Yo la correspondí, atrayéndola lo máximo posible hacia mi - Te quiero, eh - susurró en mi oído. Yo sonreí levemente.

- Claire - murmuré, todavía pegado a ella, unos pocos segundos después - ¿Recuerdas aquello que me habías contado hace tiempo sobre Audrey, Katie y su ex novio Josh?
- ¿Eso que te dije que no podrías contar a nadie?
- Sí, eso que no podía contar a nadie... - murmuré, ligeramente asustado. Claire se separó de mí, alarmada.
- ¿A quién se lo has contado, Liam? Cómo se entere Katie me mata, dios... - se llevó una mano a la frente, preocupada.

Yo, simplemente, señalé un punto a mi derecha. Ella giró la cabeza y observó a Louis y Katie, que se encontraban sentados en unas pequeñas butacas de una esquina del local, hablando, con las manos entrelazadas. Sonreían. Claire sonrió a su vez.

- Bueno, te perdono, pero sólo porque se han reconciliado, eh - sonrió levemente, volviendo a sentarse en el taburete.
- ¿Que habrías hecho si no se hubieran reconciliado? - me aventuré a preguntar.
- No quieras saberlo - trató de ponerse seria, pero no lo consiguió. Se acercó a mi y volvió a abrazarme. Yo le correspondí y acorté la distancia que había entre nosotros todavía más, posando mis labios sobre los suyos.

domingo, 7 de octubre de 2012

Capítulo 39.

Hola, lo siento mucho por tardar tanto en subir, pero ahora que ha empezado el curso y tengo que estudiar, apenas tengo tiempo de escribir.
Sin más, espero que os guste el capítulo y que comentéis mucho tanto por aquí como por mención en twitter (aunque a veces no conteste a los comentarios, los leo todos y me hacen muy muy feliz, os lo aseguro :3).
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GRACIAS, OS QUIERO.

{Narra Niall}

Todavía temblaba de los nervios cuando me acerqué a Liam. No me podía creer que nos había gastado una broma a todos, sabiendo lo nervioso que yo me encontraba.

- Liam, tío, eres un cabrón - dije. Él comenzó a reírse, achinando los ojos.
- Lo siento, Nialler, me lo dejasteis a huevo. Ha sido tan gracioso... - continuó riéndose a carcajadas. No pude evitar que me contagiara la risa.
- Joder, pues menudo susto me has dad... - no me dio tiempo a terminar la frase, ya que una voz a mis espaldas me interrumpió hablando con un tono bastante elevado.
- ¿¡Hola!? ¿Qué hacéis todos aquí? - era la voz de Caitlin, acompañada de un ápice de diversión. Me volteé y la vi en la puerta de entrada del bar, sonriendo aunque con una expresión de confusión en su rostro.

Me quedé paralizado. Todo se había ido a la mierda... joder. Para una cosa que quiero que salga bien...

- ¡SORPRESA! - gritó entonces Louis, haciendo reír a todos los presentes.
- ¿Esto es una fiesta sorpresa? ¿Para mí? - la expresión de Caitlin se tornó en un gesto de sorpresa. Todos asintieron, sonrientes y se acercaron a darle un abrazo. Ella empezó a reír, con los ojos anegados en lágrimas de la emoción. Yo, por mi parte, me di la vuelta.
- Liam, yo te mato... - susurré al pasar por su lado, dirigiéndome hacia la barra del local. Me senté en una de las banquetas y le pedí un cubata al camarero. Cuando me lo trajo, me lo bebí casi todo de un trago. Me quedaba apenas un cuarto del vaso cuando una voz, su voz, resonó a mis espaldas.

- Has sido tú, ¿verdad? - preguntó, temblorosa. Me giré lentamente y la vi frente a mí. Sus preciosos ojos castaños estaban brillantes debido a las lágrimas y su sedoso pelo rubio caía ondulado sobre sus hombros. Llevaba puesta un vestido informal, de color coral, que resaltaba su claro tono de piel. Estaba simple, pero preciosa. Por poco no me salen las palabras al verla.
- Caitlin, lo siento muchísimo, en serio, yo quería que todo saliera bien, darte una sorpresa y al final todo se estrop... - comencé a decir, pero fui interrumpido por ella casi al instante.
- Niall, nunca podré agradecer todo lo que has hecho por mí.
- ¿Agradecer el qué? Si todo ha salido mal, Cait... - bajé la mirada.
- No, Nialler. Ha sido perfecto. Es perfecto. - levanté la mirada y la observé. Una lágrima surcaba su mejilla y terminaba su recorrido en esa preciosa sonrisa que tan loco me volvía - Gracias - y, de pronto, ocurrió lo que llevaba deseando desde hacía varias semanas. Algo que, en un momento dado, llegué a pensar que no se volvería a repetir.
Caitlin se acercó a mí, posó sus pequeñas manos sobre mis hombros y acortó la distancia restante, dándome un largo pero tímido beso sobre los labios. Después se separó y me miró a los ojos durante un largo rato, probablemente apenas un par de segundos, pero que a mi me parecieron horas.
Yo fui el siguiente en acortar las distancias. Me puse en pie y agarré su rostro suavemente con ambas manos, para después juntar mis labios con los suyos y descargar todo lo que sentía por ella en un beso.
Me separé poco después para tomar aire, juntando mi frente con la suya y sin apartar ni un momento la mirada de sus ojos.

- Las gracias te las tengo que dar yo a ti, Cait. Gracias por haber aparecido en mi vida - y volví a besarla.

{Narra Harry}

No había otra para mis ojos. Varias chicas bailaban al ritmo de la música en el centro de la pista, pero Lauren tenía algo especial, algo que me impedía apartar la mirada de ella. Se reía por cualquier tontería, achinando los ojos y provocándome una sonrisa de tonto enamorado.
Sacudí la cabeza y volví a la cruda realidad. Estaba solo, sentado en una esquina del local, mientras todos los demás bailaban en el centro de la pista o hablaban en pequeños grupos de, como mínimo tres personas. Yo, siendo sinceros, daba pena. Me lo repetía a mi mismo repetidas veces, junto a eso de "esto no lo puedo permitir".
Soy Harry Styles y no pienso permitir perder a la mujer de mi vida por una tontería como la de Caroline. Puedo recuperarla. Y pienso hacerlo.

Sin pensármelo dos veces, me puse en pie, me abrí paso entre la multitud y llegué al centro de la pista, donde se encontraban Amy, Claire y Lauren junto a algunas chicas más dándolo todo mientras sonaba una canción de la cual no recuerdo el nombre.
Toqué dos veces el hombro de Lauren para llamar su atención y ésta se dio la vuelta. La sonrisa que ocupaba su rostro segundos atrás desapareció en el instante en el que me reconoció.

- Lauren, ¿puedes venir un segundo? Tengo que decirte algo - me apresuré a hablar antes de que se negara rotundamente a intercambiar palabras conmigo. Por desgracia, eso no me valió de nada.
- Lo siento, Harry, creo que ya te lo he dejado todo muy claro. No quiero saber nada más de ti. Déjame en paz, ¿vale? - y dicho esto, se dio la vuelta y desapareció entre el gentío.

Me quedé parado durante unos largos segundos, pensando en una alternativa. Pues bien, parecía que debía recurrir al plan B.
Continué abriéndome paso entre la gente y llegué hasta el escenario, donde una banda llamada "Gentleman", de la que jamás había oído antes, cantaba covers de diferentes artistas. Me acerqué al batería y le susurré unas palabras en el oído. Este, después de comprender lo que le pedí, le hizo una seña al cantante principal para que terminara la canción. Diez segundos después, el local estaba en silencio, y todos los presentes miraban hacia el escenario. Se supone que debería estar acostumbrado a tener muchos ojos clavados en mí, pero, en realidad, estaba temblando. Me acerqué al extremo del escenario y cogí el micrófono que me ofrecía el cantante, con una sonrisa.

- Gracias - murmuré, con una leve sonrisa. Acto seguido me giré hacia los demás. Todos me miraban, algunos con curiosidad, mis amigos más cercanos se reían a carcajadas y después estaba ella, que me miraba con cara de mal humor y una ceja levantada - Hola - solté una leve carcajada nerviosa, que hizo que Niall y Louis por poco se cayeran al suelo de la risa - Bueno, siento haber interrumpido vuestra fiesta y todo eso, pero lo que quiero decir no me llevará mucho tiempo. Es más, puedo decirlo en apenas un par de palabras - me giré entonces hacia ella, que me observaba fijamente. Si las palabras matasen, yo ya me encontraría muerto desde hace tiempo - Lauren, dame una oportunidad. Déjame explicártelo todo. Cinco minutos, dame sólo cinco minutos y volverás a ser mía. Lo prometo - la miré. Ella negó de forma repetida con la cabeza.
- ¡Ni lo sueñes, Harry, yo no soy un objeto que puedas ganar, perder o recuperar cuando te de la gana! - sus gritos resonaron por todo el local. Aquello parecía, realmente, un culebrón.
- No cariño, no quería decir eso...
- ¡QUE NO ME LLAMES CARIÑO! ¡DÉJAME EN PAZ DE UNA VEZ, HARRY! - Lauren se dio la vuelta y salió corriendo del bar.
Yo, todavía en el escenario, me quedé a cuadros. Había quedado como un completo imbécil delante de todos. ¿La había perdido para siempre? Sí, eso era lo más seguro. Había puesto demasiada confianza en que Lauren me daría una oportunidad si se lo pedía delante de todo el mundo, demostrándole que nada más me importaba a parte de ella, y que quería que el resto del mundo se enterara de ello.

Una voz femenina me sacó entonces de mis pensamientos.

- Harry - Claire me miró desde la pista, haciéndome una seña para que fuera hasta ella. Bajé de un salto del escenario y la miré. Después me agaché un poco para quedar a su altura y poder escucharla bien - Ve detrás de ella. Todavía te quiere, si no, no habría reaccionado de esa forma. Ve con ella, entiéndela, quiérela. Y, sobre todo, no le mientas. Sé sincero, ¿vale? - Claire me miró con sus enormes ojos castaños. Yo asimilé poco a poco lo que me dijo, a la vez que una sonrisa se iba formando en mi rostro.
- Gracias Claire, eres la mejor - la abracé, le di un sonoro beso en la mejilla y volví, una vez más, a abrirme paso entre la gente. Salí corriendo del local, dispuesto a arreglarlo todo de una vez por todas.

{Narra Katie}

- Tía, qué fuerte lo de Harry - me dijo Amy mientras las dos nos acercábamos, junto a Claire, a por algo de beber a la barra.
- Ya, pobre Lauren, debió de morirse de vergüenza cuando empezó a decir todo eso - me reí a carcajadas. Porque sí, yo había sido una de las que se había reído junto a Niall y Louis cuando Harry se subió al escenario.
- Sí, pero, ¿os fijásteis en su reacción? Se puso como a la defensiva - murmuró Claire. Ambas la miramos - Todavía le quiere, de eso estoy segura.
- Tampoco hay que tener un máster para darse cuenta de eso, Claire - dijo Amy, y yo volví a reír.
- Ja-ja, qué graciosa... - se picó Claire. Yo me reí aún más - Por cierto, ¿habéis visto a Caitlin y Niall?
- Siiiiiiiiiiiiiii, no se han despegado en ningún momento de la noche - contestó Amy - Estaba claro que volverían juntos.
- Son adorables, qué envidia me dan - suspiré mientras los observaba. Niall rodeaba a Caitlin por la cintura y le decía algo al oído, lo que provocaba que ella se riera. Sonreí inconscientemente ante ello.
- Envidia te dan porque tú quieres - respondió Amy, aguantando la risa.
- Exacto - agregó Claire.

Ambas me miraron, sonriendo. Yo me sentía intimidada. Me quedé pensando durante unos cuantos segundos, pero finalmente me decidí.

- Vale, vale, ya voy... - dije divertida - ¡Qué pesadas sois! - y sin esperar una respuesta por su parte, me encaminé hacia dónde estaban Niall y Caitlin ya que, junto a ellos, hablaban animadamente Liam, Zayn y Louis. No lo voy a negar, estaba temblando. Las cosas podrían ir bien o podrían ir mal. Louis podría haberse tomado bien o mal lo del tema de Tom. Yo le quería, eso era obvio. Nunca había dejado de quererle... y quién no arriesga, no gana, así que, decidida, continué mi camino.

Todo ocurrió después a cámara lenta. Zayn me vio y le susurró algo a Louis. Este se volvió hacia mí, mirándome fijamente con sus profundos ojos azules, esos en los cuales podría perderme en cualquier momento. No sé si vi un atisbo de una sonrisa en su rostro, no puedo precisarlo, porque en ese momento, algo hizo que me parara en seco y, sin apartar la mirada de ellos, que observara la escena temiéndome lo peor.