jueves, 29 de marzo de 2012

Capítulo 20

{Narra Katie}

Una vez Zayn y Liam se fueron cerrando la puerta tras de sí, me levanté rápidamente con la excusa de ir al baño. Sabía que las chicas no se habían tragado el cuento chino que Zayn si que se había creído, y temía todo lo que fueran a preguntarme.
Cerré la puerta con pestillo antes de que les diera tiempo a reaccionar. Al menos había ganado unos pocos minutos para mí.
Me senté en el suelo, con la espalda apoyada en la pared y saqué el móvil del bolsillo de mi pantalón. Abrí la carpeta de mensajes. Los tres últimos no los había borrado todavía.

Katie, he estado hablando con Harry, ¿crees que a las chicas les apetecerá quedar mañana? Cruzo los dedos para que así sea. Tengo que hablar contigo.
Louis, x.

Opciones. Eliminar mensaje. ¿Está seguro de que desea eliminar este mensaje? Sí. Cargando... Mensaje borrado.

Abrí los siguientes mensajes.

Fea, ¿qué te pasa? Llevo bombardeándote a SMS y llamadas toda la tarde... ¿por qué no me contestas? Siento agobiarte de esta forma, pero tengo que hablar contigo, es urgente.
Louis.

Katie, no puedo más, tengo que verte y contarte algo. No puedo hablarlo con los chicos, tú eres la única que me entendería... o eso creo.
Lou, x.

Repetí el mismo proceso que con el primer mensaje. Eliminar. Pulsaba las teclas del teléfono mientras que algunas lágrimas descendían lentamente por mis mejillas. Me dolía hacerlo, me dolía más que cualquier otra cosa en el mundo. Pero sabía que era lo mejor, tanto para él como para mí.
Apoyé el teléfono sobre el suelo del baño, a la vez que me secaba las lágrimas de la cara con ambas manos. Respiré profundamente un par de veces, intentando tranquilizarme. Intentando pensar en otra cosa. Intentando apartar ese único pensamiento de mi mente. Intentando apartarlo a él.

Y entonces ocurrió, cuando ya creí que había conseguido tranquilizarme. Cuando creí haber conseguido borrarlo de mi mente, dejar de pensar en él para pensar en cosas tontas como la ropa que me iba a poner mañana o lo que iba a cenar esta misma noche. Mi móvil vibró, anunciando la llegada de un nuevo SMS. Cómo no, de él. ¿Es que no se cansaría nunca? ¿No se daba cuenta de que sus mensajes no ayudaban, sino que lo hacían todo más complicado?
Al borde de las lágrimas abrí el nuevo SMS.

Te quiero x.

[A la mañana siguiente]

{Narra Caitlin}

"MY HEART IS A STEREO, IT BEATS FOR YOU SO LISTEN CLOSE, HEAR MY..."
El estruendoso tema de Stereo Hearts que había guardado como tono de aviso para mensajes me despertó bruscamente. Eran las 12:00. Me incorporé con los ojos todavía medio cerrados y me apoyé en el respaldo de la cama. Tenía un nuevo SMS de Zayn.

Caitlin, ¿os viene bien si quedamos un poco más tarde? A las 13:00 estaría bien. Nos vemos en la cafetería que hay frente al Big Ben a esa hora, si hay algún problema llámame :)

Lo primero que me vino a la cabeza tras leer el mensaje fue Niall. Quizás estaban teniendo problemas para convencerlo. Y todo por mi culpa. Estaba segura de que no querría ni verme ni saber nada de mí después de lo que había ocurrido ayer. ¿Cómo podía haber sido tan tonta?
Me froté los ojos, todavía cansada y miré hacia mi izquierda. Katie estaba tumbada a mi lado, despierta y con la mirada fija en la pantalla de su teléfono móvil. La verdad, no recordaba haberla visto o escuchado acostarse. Después de que se metiera en el baño y tras esperarla unos cuantos minutos para ver si salía y hablar con ella, me metí en la cama. Estaba demasiado cansada.

- Katie, siento no haberte esperado ayer para hablar contigo, es que me quedé dormida - murmuré, a modo de disculpa.
La chica se giró la cabeza para mirarme.
- Ah, no te preocupes, Cat. Me lavé el pelo y me pinté las uñas, así que tardé bastante. Cuando salí solo estaba Claire despierta - contestó ella con seriedad, para después volver a mirar su teléfono. Era extraño, puesto que no escribía ni tecleaba nada. Simplemente lo miraba.
- ¿Qué haces?
- Esto... nada. Dan acaba de mandarme un SMS preguntándome cómo nos va todo. Eso es todo - evitó mirarme a los ojos a la vez que decía aquello. Dan era el hermano mayor de Katie. Debía de rondar los 26 o 27 años, no estoy demasiado segura. Katie y él eran uña y carne, así que no me extrañaba que se hubiera interesado por nosotras. Aún así, la expresión de Katie me desconcertó bastante. Algo no iba bien.

Antes de que pudiera preguntarle nada, se levantó de la cama de un salto y abrió el armario.

- ¿Qué hora es? - preguntó, mientras ojeaba la ropa que colgaba de las perchas.
- Son las 12:05. Todavía tenemos tiempo, Zayn acaba de mandarme un SMS. Quedamos a las 13:00. Las otras todavía pueden dormir un rato...
- Ah, entonces, ¿vamos a quedar con ellos? - Katie me interrumpió, dándose la vuelta de golpe. Observé su expresión de seriedad y fruncí el entrecejo. ¿Tan raro le parecía?
- Eh... si, en eso quedamos ayer - Katie cerró los ojos, con gesto pensativo. Después se dio la vuelta y siguió buscando en el armario, sin decir una palabra más.

[Media hora más tarde]

Ya estábamos todas levantadas y listas para salir. Katie había decidido ponerse unos shorts vaqueros, una camisa rosa palo y una chaqueta de lana gris.

Claire había optado por ponerse una falda negra con flores estampadas junto a una blusa blanca con numerosos volantes en la zona del pecho.

Amy llevaba un bonito vestido de flores junto a un cinturón marrón que le entallaba la cintura, combinado con una fina chaqueta de punto de color rosa palo.

Lauren llevaba también una falda de flores en tonos azules y amarillos, aunque combinado con un delgado jersey de lana fina.

Y yo, por mi parte, había decidido ponerme unos shorts vaqueros junto a una camiseta de "I Love NY" que había comprado en uno de los múltiples viajes que había hecho con mi familia. Además, tampoco es que me apeteciera demasiado comerme el coco con la ropa que me iba a poner.

Eran las 12:35 cuando nos fuimos. Nuestro hotel no quedaba demasiado lejos del centro, por lo que optamos por ir a pie. Además, con el buen tiempo que hacía, meterse en un metro abarrotado de gente malhumorada y sudorosa era lo que menos nos apetecía. Amy y Lauren iban cantando y riéndose escandalosamente por el medio de la calle. Mientras tanto, Claire, Katie y yo hacíamos como que no las conocíamos. Bueno, al menos Claire y yo, porque Katie seguía enchufada al teléfono móvil.

- Guapísima, llevas todo el día pegada a la blackberry, eres una viciada - bromeó Claire, echándose a reír después. Yo sonreí.
- Eso es mentira, no llevo todo el día con ella. Simplemente la saqué un momento para ver la hora - la respuesta de Katie fue cortante. Guardó el móvil en el bolso que llevaba al hombro.
Claire me miró con gesto interrogante, pero yo me encogí de hombros. Sabía tanto como ella sobre lo que le ocurría a nuestra amiga.

{Narra Niall}

- Joder, no sé qué es lo que hago aquí... No debería haber venido, ¿es que no lo entiendes? - me rasqué el cuello con nerviosismo. Sólo quedaban 5 minutos para las 13:00, hora en la que habíamos quedado con las chicas, y ya estábamos los cinco esperando en el interior de un pequeño bar poco frecuentado frente al Big Ben. No podíamos arriesgarnos a que nos viera alguna fan, así que Harry salía a la calle de vez en cuando por si las veía.

- Niall tío, cállate ya. Te he dicho mil veces que si que debías venir. Y punto, no protestes más - Zayn empezaba a perder la paciencia conmigo. Llevaba dándole la chapa desde que habíamos salido de casa y él había insistido tranquilamente en que todo iría bien. Pero yo intuía que todo iba a ser un completo desastre, porque estaba seguro de que Caitlin no querría ni verme. Y si ella no quería verme, ¿merecía la pena ir? Las otras me caían bien y las quería mucho, pero, al fin y al cabo, Caitlin era la única que me importaba.

- Eh, ya han llegado, están allí - Harry las avistó a través del cristal de la sucia ventana del café. Se levantó de la silla con rapidez para ir a avisarlas. Louis, Liam y Zayn sonrieron encantados y se levantaron para saludarlas, se veían con ganas de que llegaran. Yo, por el contrario, enmudecí y me quedé quieto, presa del pánico. No podría mirarla a la cara después de haber intentado besarla. Simplemente no podía. Seguro que se creía que era un imbécil, o quizás algo peor.
Todos entraron en la cafetería. Harry y Lauren, que ya iban pegados el uno al otro enfrascados en lo que parecía una interesante conversación, venían al frente, seguidos por Amy y Claire, que tenían una sonrisita de emoción que no podían con ella. Katie venía después, sonriendo fingidamente. En condiciones normales me hubiera acercado para ver qué le ocurría, pero en cuanto vi que Caitlin venía detrás, todo lo demás dejó de tener sentido. Hoy estaba más sencilla que nunca, pero también la veía más guapa. Los shorts vaqueros le estilizaban sus largas y bronceadas piernas, mientras que la ajustada camiseta le quedaba como un guante. Me mordí el labio inferior ligeramente. Ahora sabía que había hecho bien viniendo.

{Narra Louis}

Mientras Claire, Harry, Amy y Niall discutían sobre el lugar idóneo para ir a comer y Caitlin, Liam, Lauren y Zayn hablaban sobre lo que podríamos hacer después, yo no dejaba de mirar a Katie. No sólo por lo guapa que estaba aquel día, puesto que para mí siempre lo estaba, si no porque intentaba establecer contacto visual con ella. Estuve a punto de desistir en varias ocasiones, ya que apenas levantaba la vista del suelo y si lo hacía, era para mirar a Amy o Niall y sonreír levemente ante las tonterías que soltaban.

- Yo creo que ir a Nandos estaría bien. A Caitlin le gustó el otro día - un Niall más seguro que el de minutos antes fue el que habló entonces, mirando fijamente a la aludida, quién se sonrojó violentamente.
- Eh, si, buena idea, ¿qué opinas tú, Katie? - al oír su nombre, Katie levantó la cabeza, mirándonos a todos a la vez, con expresión perdida. No parecía enterarse mucho de lo que ocurría a su alrededor.
- Esto... si, cualquier cosa estará bien - respondió no muy segura. Aproveche ese momento para mirarla a los ojos, confiando en que ella hiciera lo mismo. Y así fue. Se quedó quieta, sin decir nada más, mientras los demás seguían hablando. Yo ya no los escuchaba, estaba concentrado en sus grandes ojos verdes, que me miraban con expresión un tanto indefinible. 
Le hice un gesto con la cabeza, señalando la puerta, y moví mis labios formulando la palabra "Hablar", aunque sin emitir sonido alguno. Ella pareció pensárselo durante unos segundos, con inseguridad. Temí por un largo y angustioso momento que fuera a decirme que no. Pero, para mi suerte, no lo hizo. Asintió casi imperceptiblemente con la cabeza. Yo sonreí aliviado y me levanté.

- Vamos a echar un vistazo al restaurante que hay en la calle de al lado, lo vi antes al pasar. - mentí descaradamente. Le hice una seña a Katie para que se levantara - Ahora volvemos - Y dicho esto salimos de la cafetería.
Caminamos el uno junto al otro sin decir palabra alguna. Ella miraba al suelo fijamente y yo... yo ordenaba mis pensamientos, trataba de organizar lo que iba a decirle en unos instantes. Ella era la única que podría entenderme. 
Pasamos frente al Big Ben y entramos en el enorme puente que cruzaba el río Támesis. Allí me paré, apoyando mi espalda en la barandilla y quedando frente a ella. Katie intentaba evitar mirarme a los ojos, pero yo coloqué dos dedos bajo su barbilla y la obligué a hacerlo. Sólo tenía una oportunidad para decirle aquello, y quería que saliera bien.

- Zayn me dijo que no habías recibido los SMS que te envié... - dejé de hablar unos segundos. No quería sonar brusco, puesto que tampoco era lo que pretendía, pero aquella era la única forma de decirlo - ¿Es cierto?

Katie miró a un punto fijo situado en el suelo durante algunos segundos, pero después se envalentonó y me miró a los ojos.
- No, no es cierto. Los recibí, - tragó saliva. La voz le comenzó a temblar - pero los eliminé. 
Un nudo se me formó en la garganta. Esas simples palabras me estaban doliendo como pocas cosas me habían dolido nunca.
- Siento haberte agobiado tanto. Si es que al final es culpa mía, yo... yo sólo quería hablar contigo.
- No, no es culpa tuya - la voz le temblaba cada vez más. Parecía a punto de llorar. Me rompía el alma verla así, tan vulnerable - Es que... ¡joder! Esto no puede ser - se colocó a mi derecha, apoyando los codos en la barandilla y secando las lágrimas que comenzaban a deslizarse por sus mejillas.
No me gustaba verla así, es más, lo odiaba. Pero lo peor es que no sabía que decir para consolarla. Me había hecho demasiadas ilusiones y al final todas habían acabado rotas y esparcidas por el suelo...

De repente, su teléfono sonó. Se secó otra lágrima más que caía por su mejilla y aproveché para acercarla a mí y depositar un suave beso sobre su cabeza. Ella se dejó, pero rápidamente se apartó y buscó el móvil en el bolso. Cuando lo encontró, se quedó mirando a la pantalla con gesto sorprendido, inesperado. Confundido. ¿Quién la estaría llamando para que su reacción fuera esa?

4 comentarios:

  1. que quieres que te diga que me encanta? Pues es la verdad, sonrio a la pantalla como una gilipollas tia(LL) aajajjajaja es lo mejor y la intriga que dejas siempre me esta jodiendoo un poco ajajajjaja

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  2. Me ha encantado!! :') Huy huy huuuy que intriiiiigaa!

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  3. hola! mencanta tu novelaaa! siguela porqe es kdsjhalkfh! jajajja :$
    te importaria seguirme? yo tambien hago una novela, y comparto el blog con una de mis mejores amigas, qe ella tambien hace una. YO YA TE SIGO! ;)

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  4. Me encanta!!!!!! Te sigo no lo dudes :)
    Me encanta! tengo ganas de saber que pasará con Niall y Cat y por supuesto entre Louis y Katie :)

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