sábado, 3 de noviembre de 2012

Capítulo 42 - ÚLTIMO.

Hola, como ya sabéis este es el último capítulo, pero todavía falta el epílogo, que lo subiré en cuanto pueda. Espero que os guste y cualquier cosa, me decís por comentario en la entrada, mención en twitter o pregunta en ask.
Twitter: @myhoranwish
Ask: ask.fm/bradfordbadguy
OS QUIERO Y GRACIAS POR LEER <3

[Dos días después...]

{Narra Lauren}

Hay un dicho que dice que todo lo bueno se acaba. Sí, todo, absolutamente todo. Y, por desgracia, aquel maravilloso viaje que había cambiado nuestras vidas por completo también había llegado a su fin.

Las chicas y yo nos despertamos temprano, a las siete y media de la mañana, ya que a las ocho y media un taxi nos recogería en el hotel para llevarnos hasta la estación de tren. Nuestro tren salía a las nueve y cuarto de la mañana.
Un silencio deprimente reinaba en la habitación del hotel mientras terminábamos de prepararnos y de guardar las últimas cosas en nuestro equipaje. Después de dos meses intensos, llenos de alegrías, sorpresas y alguna que otra tristeza, el verano estaba llegando a su fin y en apenas un par de semanas empezaríamos nuestro último año de instituto. Me frustraba con sólo pensarlo.

- Chicas, ¿estáis listas ya? - preguntó Claire, con el semblante serio. Apenas quedaban cinco minutos para que dieran las ocho y media, y el taxista ya debería estar esperando por nosotras en la puerta.
- Sí, por desgracia - murmuró Katie, terminando de guardar el ipod y la cartera en el bolso - ¿Bajamos?

Todas asentimos con la cabeza, cogimos la maleta y la arrastramos hasta recepción. Allí, Katie y Claire se ocuparon de hacer los últimos trámites con las recepcionistas, tales como entregar las llaves y pagar las últimas cosas, mientras las demás íbamos metiendo las maletas en el coche.

El viaje hasta la estación, que duró sobre unos veinte minutos, fue de lo más deprimente. Un silencio incómodo y triste reinaba entre todas nosotras, y la tensión podía sentirse en el ambiente.
Pagamos al taxista nada más llegar y, con las caras largas, nos bajamos del coche, llevando las pesadas maletas con nosotras.

Amy y Katie se alejaron del resto y se acercaron a las taquillas para asegurarse de la hora a la que salía nuestro tren. Mientras tanto, las demás fuimos hacia los bancos y nos sentamos allí, dispuestas a esperar, con gesto triste y en silencio.

- Eh, eh, eh, chicas, ¿qué caras son esas? - exclamó una voz conocida a nuestras espaldas. Demasiado conocida, diría yo. Me dí la vuelta y lo vi. Era Harry. Había venido.

[Flashback]

Me alejé por las calles oscuras, arrastrando los pies y maldiciéndome a mi misma por semejante tontería que acababa de cometer. "Eres estúpida, Lauren, estúpida." me decía a mí misma. "El hombre de tu vida acaba de declarar su amor por ti, acaba de sincerarse como jamás nadie lo ha hecho contigo... ¿y tú qué contestas? ¿Que necesitas pensar? Eres idiota. Ahora sí que no querrá saber nunca nada más de ti." Me frené en la mitad de la acera y, llena de rabia, le di una patada a una farola que me encontré en mi camino. Rompí a llorar. Sí, me había hecho daño, pero eso no era nada comparable a lo idiota que me sentía por haber tratado a Harry de aquella forma.

[Fin del flashbak]

- Quiero veros sonreír, eh. Que aquí no se acaba el mundo, que volveremos a vernos - Harry hablaba para todas, pero la mayor parte del tiempo, su mirada se dirigía a mi. Y yo no pude aguantar más y, tras romper a llorar, me levanté de un salto del banco y me eché a sus brazos, haciéndole perder un poco el equilibrio y provocando que diera unos pasos hacia atrás.
Me enganché a su cuello, mientras él rodeaba mi cintura con sus fuertes brazos.

- Lo siento, lo siento, lo siento muchísimo, Harry. De verdad, soy idiota, perdóname, por favor - sollozaba, escondiendo la cara en el hueco de su cuello - Te quiero, Harry. Perdóname. Por favor...
- Shh, no llores, Lau - susurró en mi oído, con esa voz grave que me mataba. Frotaba mi espalda suavemente con sus cálidas manos - No llores, por favor. No tengo nada que perdonarte. Tú eres la que tiene que perdonarme a mí por no haber sido sincero contigo.
- No seas tonto, aquí la que estropeó las cosas fui yo, y lo sabes - me separé de él, limpiándome las lágrimas y mirándolo a los ojos.
- Cállate. Te quiero y punto, no le des más vueltas a las cosas - y dicho esto, impidió que replicara acortando las distancias entre nosotros y posando sus labios sobre los míos.

{Narra Caitlin}

- Y, ¿cómo es que os ha dado por venir hasta aquí a despediros? No me lo esperaba - sonreí levemente, mirando a Niall. Estábamos sentados en la esquina del banco, algo alejados del resto.
- ¿Qué os creíais? ¿Que íbamos a dejar que os fuerais sin despedirnos ni nada? - Niall exageró su gesto de indignación, lo que me hizo reír.
- No, tonto, es que como ya nos hicisteis la fiesta el otro día...
- Eso fue por tu cumple, boba. Y al final tampoco salió tan bien como yo quería, así que...
- Eh - le interrumpí - La fiesta fue perfecta y no te atrevas a decir lo contrario - dije muy seriamente.
- ¿O qué? - me retó, con una sonrisa divertida.
- O si no... no volveré a visitarte nunca más - bromeé. Sabíamos perfectamente, yo la primera, que no aguantaría demasiado tiempo sin ver al irlandés. Niall enmudeció de pronto.
- No te atrevas, por favor... - musitó, con un hilo de voz.
- Sabes que no sería capaz - me reí - Eh, tonto, pero no llores - ¿en serio? ¿Era una lágrima eso que se estaba deslizando por la mejilla de Niall?

Me levanté y tiré de su mano para que él hiciera lo mismo. Y le abracé, con todas mis fuerzas, escondiendo mi cabeza en su pecho.

- No quiero que te vayas, Caitlin - murmuró, entre sollozos.
- Amor, tengo que irme, dentro de nada empiezo las clases - me separé de él y lo miré a los ojos, tratando de no llorar a su vez - Eh, pero escúchame. Vivimos a apenas tres horas en coche. Dos horas si vas en tren. Tú tienes muchos días libres, podrás venir siempre que quieras. Hablaremos por skype todas las noches, si así quieres. Y si no es por skype, por teléfono. Tendrás un whatsapp mío todos y cada uno de los días que pasen hasta que volvamos a vernos. Ya verás como el año se te pasará muy rápido y el verano llegará en seguida. Y después del verano... Londres - sonreí, esperando a ver su reacción.
- ¿Londres? - preguntó, secándose las lágrimas con el dorso de su mano derecha - ¿Cómo que después del verano, Londres?
- No te lo conté antes, porque tampoco estoy demasiado segura de ello, pero... - hice una pequeña pausa - hay una universidad en Londres que está especializada en la carrera que quiero estudiar y... ya hablé con mis padres y... bueno, ellos no han puesto ningún inconveniente en que pida plaza allí para el próximo año - sonreí.

Niall se quedó parado, mirándome. Durante unos segundos no dijo una palabra.

- ¿Qué? - murmuró entonces, con gesto confundido.
- Nialler, por favor, no me hagas volver a repetirlo todo... - bromeé, soltando una carcajada - Que hay posibilidades de que me vaya a vivir a Londres el próximo año. Estaremos muy cerquita - sonreí, acariciándole la mano y sin apartar mi mirada de sus ojos.
- ¿Me lo estás diciendo en serio?
- Que sí, sabes que no bromearía con algo as... - no me dio tiempo a terminar la frase, ya que, literalmente, Niall me calló con un beso. Sus labios se encontraban sobre los míos y sus fuertes brazos rodearon mi cintura.

- En cada día libre que tenga me tendrás allí, Caitlin, en la puerta de tu casa. Va a ser como si nunca nos hubiésemos separado. Vas a acabar aburrida de tanto verme, te lo prometo - susurró sobre mis labios, separándose apenas unos milímetros de mí.
- Nunca podría cansarme de ti, Niall - entrelacé mis manos alrededor de su cuello y esta vez fui yo la encargada de acortar las distancias, atrayéndolo hacia mi y besándolo con ganas, como si no hubiera un mañana. Y es que, quién sabe, quizás ese "mañana" todavía tardara en llegar.

{Narra Claire}

- Sigo sin creerme que hayáis venido hasta aquí para despediros de nosotras - murmuré, de forma que sólo Liam pudiese escucharme.
- ¿Por qué? Es lo mínimo que podríamos hacer, ¿no?
- Ya, pero creí que lo de ayer sería el final... ya sabes - me sonrojé levemente al recordar lo ocurrido el día anterior. Tras terminar de hacer la maleta, Liam se pasó por el hotel y los dos nos fuimos a un parque cercano a dar una vuelta. Digamos que nos pusimos un poco sentimentales. Sobre todo yo. Llegué a llorar, incluso. Es muy duro darte cuenta de que estás enamorada de una persona a la que difícilmente volverás a ver otra vez en tu vida. Lo quería demasiado y no quería separarme de él, ya que tendríamos que despedirnos. Despedirnos significaría decir adiós, y decir adiós, significa olvidar. Y eso era justamente lo que me daba más miedo, que Liam encontrara a otra mejor que yo y me olvidara.
- Claire, lo de ayer no ha sido el final ni lo de hoy lo será. Eso que te quede claro. Vamos a hablar todas las noches por skype, quieras o no. Te regalaré un ordenador con cámara web si hace falta, sólo para que no pongas excusas. Todos los fines de semana que esté en Londres iré hasta tu casa, ya sea en tren, en avión, en coche o andando, mismo. Me vas a presentar formalmente a tus padres, porque quiero decirles lo enamorado que estoy de su maravillosa hija. Esto no se va a terminar, Claire, mientras tú no quieras. Y digo "tú" porque, si por mi fuera, yo me quedaría a tu lado para siempre - Liam, como siempre, había conseguido que rompiera a llorar. Otra vez. Últimamente, no hacía otra cosa que llorar.
- Te quiero, Liam, no me dejes nunca - me lancé a sus brazos, empapando su camiseta con mis lágrimas mientras escondía la cara en su pecho.
- No lo haré, pequeña, no te preocupes.

{Narra Katie}

No había terminado de guardar los billetes del tren dentro de mi bolso cuando alguien me rodeó desde atrás, y puso las manos sobre mis ojos, impidiéndome ver nada.

- Amy, para, tengo que guardar los billetes o los perderé - me imaginé que era Amy la que estaba gastándome la broma, simplemente por amenizar un poco la situación. Pero fue una voz totalmente distinta a la suya la que me respondió.
- ¿Amy? Bonito nombre para referirte a mi - Louis se rió y retiró las manos de mis ojos. Yo, sorprendida, guardé por fin la cartera en mi bolso y me di la vuelta.
- ¿Louis? ¿Qué haces aquí? - giré mi cabeza hacia la derecha y vi a todos los demás, que se habían acercado a saludar a las chicas. Bueno, todos menos Zayn - ¿Qué hacéis aquí?
- ¿Qué pasa, no ha sido una grata sorpresa para la señorita? Hemos venido para despedirnos, ¿y nos lo agradeces así? Muy bonito, eh - Louis fingió enfadarse y se cruzó de hombros, lo que me hizo reír.
- No seas tonto, simplemente no se me ocurrió que fuerais a venir - me reí.
- Está claro que no destacas por tu inteligencia - Louis contuvo una carcajada mientras negaba repetidamente con la cabeza.
- ¡Oye! Fue a hablar aquí el listo, ¿no? - repliqué con una sonrisa.
- Creía que ya lo sabías - Louis se rió y yo con él. Después, ambos nos quedamos en silencio - Voy a echarte de menos, fea - murmuró.
- Sí, respecto a eso... - hice una pequeña pausa, durante la cual traté de contener la risa - Louis, tengo que hablar contigo.
- Dispara.
- Es serio.
- Katie, me estás asustando... - murmuró él, bajando su tono de voz.
- Es que... verás. Lo he estado pensando, apenas he podido dormir esta noche por culpa de ello. Yo... sabes que te quiero muchísimo, ¿verdad? Ya te lo he dicho alguna vez y no temo volver a decírtelo, estoy enamorada de ti. Y estar enamorada, para mí, es algo serio. Pero... sin embargo, pese a estarlo, todavía sigo conservando algo de sentido común. Louis, las relaciones a distancia no funcionan. Nunca. No importa que nos veamos cada fin de semana, o qué, no funcionará. Tú eres una persona famosa y yo no. Tendrás que irte a cientos de giras por todo el mundo y conocerás a cientos de personas cada día. No va a funcionar y te tengo demasiado cariño como para perderte. Y... - volví a parar. El rostro de Louis era indescifrable, no podías saber si por dentro estaba enfadado, triste o feliz - prefiero tenerte como amigo a no tenerte.

Louis no contestó, sino que me miraba fijamente a los ojos, sin inmutarse.

- Katie, te conozco y sé que cuando mientes no miras a los ojos de la otra persona, si no que miras a todo lo posible que haya a tu alrededor. Justo como acabas de hacer ahora - la voz de Louis sonaba como la de un robot y me asusté - Te tengo calada - una sonrisa pícara comenzó a esbozarse en su rostro, lo que me provocó reírme.
- Eso no vale, Louis, así no hay quién te pille - me reí a carcajadas - Eres malo.
- ¿Perdona? Yo no soy el que va intentando asustar a la gente diciendo que quiere dejarlo, aunque sea mentira - Louis abrió mucho los ojos y luego se echó a reír.
- O sea, que te has asustado - levanté una ceja, con gesto divertido.
- No me he asustado, simplemente, no me lo creía.
- Pero te habrías asustado en caso de habértelo creído.
- No creas...
- Vamos, Louis, admítelo.
- Eres una creída.
- ¿Perdona? Sólo estoy diciendo verdades - me reí.
- Sí, sí, creída, eso es lo que eres - él se rió también.
- Pues ahí te quedas, guapo - conteniendo una sonrisa comencé a alejarme de Louis, pero me agarró de un brazo y me atrajo de nuevo hacia él.
- ¿A dónde te crees que vas? - preguntó.
- Ya he dicho lo que tenía que decir - sonreí.
- Ya, pero yo no he terminado contigo aún - respondió.
- Ah, ¿no?
- No - y dicho esto, me cogió de la cintura y acortó la distancia que había entre nosotros, besándome suavemente.
- Voy a echarte de menos, feo - murmuré, prácticamente pegada a él.
- Ya lo sé, porque estás enamorada de mi - Louis se echó a reír.
- No, eh, no te flipes.
- Venga, si tú misma lo has dicho.
- ¿Cuándo?
- Antes, cuando tratabas de jugármela.
- Bah, era una mentira, como todo lo demás.
- Estoy seguro de que esa fue la única verdad que dijiste de todo tu discurso - me paré durante un par de segundos para responderle, pero no sabía qué decir, así que opté por echarme a reír.
- Cállate ya, idiota - y, agarrándolo del cuello, lo atraje de nuevo hacia mi y lo besé.

- Chicos, siento interrumpir - la voz de Amy resonó a nuestras espaldas. Me había olvidado de ella por completo. Incómoda, me separé de Louis y me giré hacia ella con una sonrisa - ¿Dónde está Zayn?
- Eh, Zayn... - Louis se rascó la nuca, nervioso. Parecía no saber dónde meterse - Zayn no ha venido, Amy.

{Narra Amy}

- ¿Qué? - aquello no podía ser cierto. ¿Cómo que Zayn no había venido? ¿Por qué? No podía entenderlo. Todo entre nosotros iba bien, sin problema alguno. Yo le quería y se lo había demostrado. Y él me había dicho que también me quería, ¿o acaso era mentira?
- No ha venido. No me preguntes el por qué, porque no lo sé - Louis me miró apenado. Yo sabía perfectamente que me estaba ocultando la verdadera razón por la que Zayn no estaba, no era tonta y podía darme cuenta de ello. Pero, de pronto, me sentí cansada y no tuve fuerzas ni para insistir. Simplemente, cogí mi mochila y me acerqué a un lado de la estación.

Entre unas cosas y otras ya habían dado las nueve y cinco. Sólo faltaban diez minutos para que el tren partiera. Y eso quería decir que en cero coma, nos llamarían por el altavoz.

"Atención, pasajeros del tren con destino Manchester, embarquen en el tren estacionado en el andén número cinco."

Sin ni siquiera molestarme en ver si las chicas se habían enterado o no, cogí mi maleta y mi mochila y me subí al tren, sentándome en el primer asiento junto a la ventana que encontré. Y me quedé mirando un punto fijo, pensando en nada, y a la vez en todo.

Las chicas subieron al tren cinco minutos después. Caitlin y Claire lloraban desconsoladamente. Katie sólo tenía los ojos un poco rojos, mientras que Lauren sonreía. Las cuatro se sentaron junto a mi.

El tren comenzó a moverse lentamente. Las cuatro se pegaron a la ventana, ondeando las manos y diciéndoles adiós a los chicos y dándose los últimos mensajes a través del grueso cristal de la ventana. Poco a poco, el tren comenzaba a coger velocidad, y los cuatro chicos en la estación se veían cada vez más y más pequeños, a medida que nos alejábamos de la misma.
Cuando al fin los perdimos de vista, las chicas se sentaron. No volvieron a hablar en todo el viaje. Algunas durmieron, otras escucharon música y otras, simplemente, se quedaron pensativas mirando a la nada.

Ya volvíamos a Manchester, a nuestra ciudad natal. Estábamos regresando a la vida real. A la cruda y dura realidad.

4 comentarios:

  1. Por favor, dime que aras una segunda temporada, un blog igual de bueno, pero no lo dejes asi :(

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. ESPERO EL EPILOGO EH! No lo puedes dejar así por que vamos me da algo :s
    Me encanta.

    PD.Seguirás con el otro cap?

    ResponderEliminar
  4. no puede quedar asi!!!!!!!!!!!!!! por favor haz segunda temporada!!!!! plis!!!

    ResponderEliminar