Aquí tenéis el nuevo capítulo, siento haber tardado tanto en subir, pero a partir de ahora será así. También aviso de que está llegando al final. No sé cuantos capítulos más habrá, pero no creo que demasiados.
Espero que os guste y, cualquier cosa, comentario en la entrada, mención en twitter o pregunta en ask. Una vez más, gracias a todos los que me leéis <3.
Twitter: @myhoranwish
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[1 semana después...]
{Narra Caitlin}
Pagué la cantidad indicada al taxista, bajé del coche y me encaminé hacia el hospital, cruzando la puerta de entrada. Saludé con una sonrisa a la amable recepcionista, a la que llevaba viendo día sí y día también durante aquella última semana.
Me monté en el ascensor y subí hasta la tercera planta. Torcí a la derecha. Habitación número 374.
- ¿Se puede? - pregunté, después de dar dos toques en la puerta con mis nudillos y entreabrirla. Holly me esperaba sentada en la cama, con una sonrisa más que saludable.
- Claro, te estaba esperando - entré en la habitación y cerré la puerta detrás de mí. Después de una semana de cuidados intensivos en el hospital, mi prima ya estaba casi recuperada por completo. Todavía tenía algunos pequeños cortes en las mejillas y en la frente, pero apenas se notaban.
Dejé el bolso apoyado en la silla y me senté al final de la cama, mirando hacia ella, con una enorme sonrisa de oreja a oreja. Hoy me sentía feliz. Y sí, Holly lo notó.
- ¿Qué te ocurre hoy que estás tan contenta? - soltó una pequeña carcajada.
- No lo sé, la verdad. Supongo que será que estoy feliz porque ya estás recuperada. Y, además, últimamente las cosas me van muchísimo mejor - suspiré. Para mi extrañeza, el rostro de Niall vino a mis pensamientos. ¿El por qué? No lo sé. Lo eliminé rápidamente, con una sacudida de cabeza.
- ¿Has arreglado las cosas con Álex? - preguntó.
- No. No he vuelto a hablar con él y tampoco tengo interés ninguno en hacerlo. Álex me ha fallado, ya es historia - bajé la mirada.
- Ah, entonces te refieres a Niall, vale - levanté la cabeza como un resorte al escuchar el nombre de Niall. Miré a mi prima.
- ¿Qué? ¡No! No, Holly no es por Niall - me reí con nerviosismo - Qué va...
- Y qué viene. Venga, mírate, si hasta te has puesto roja - Holly comenzó a reírse a carcajadas.
- ¡Cállate, Holly, que no es por él! - exclamé, pero no pude evitar reírme yo también. ¿Qué me pasaba? No hacía ni una semana que tenía olvidado a Niall. Por completo. Lo había superado.
- Lo es y lo sabes. Caitlin, date cuenta de una vez, estás enamorada hasta las trancas y no puedes evitarlo - me quedé en silencio durante unos cuantos segundos, reflexionando sobre lo que me acababa de decir. ¿Tendría razón? ¿Estaría enamorada de él?
- ¿Tú... tú crees? - pregunté, cautelosa.
- Estoy segura al cien por cien - afirmó ella.
- Hoy he quedado con él... - comencé a decir.
- ¿QUÉ? ¿EN SERIO? ¡APROVÉCHALO, CAITLIN, NO SEAS TONTA! - me interrumpió, elevando la voz y haciéndome reír a mí.
- ¡Shh, Holly, no grites! - continué riéndome - No sé que voy a hacer aún...
Miré la hora que marcaba mi reloj. Las doce menos cuarto de la mañana. Tenía tres cuartos de hora antes de que llegara la hora en la que había quedado con Niall.
- Holly, mejor me voy yendo ya. No quiero que se me haga tarde - me acerqué y le di un beso en la mejilla.
- Vale, estupendo. A mi me dan hoy en alta, esta tarde vienen mis padres a recogerme para volver a Manchester. Suerte y llámame para contármelo todo, ¿vale? - asentí con una sonrisa y salí de la habitación, cerrando la puerta.
Bajé a la planta principal y volví a atravesar las puertas, saliendo a la calle. Me puse a pensar en todo lo que había hablado con Holly. Sí, Niall me había fallado. Me había dado falsas esperanzas, besándome, para después irse con otra chica, que casualmente resultó ser una de mis peores enemigas. Pero, por otro lado, no podía olvidar aquél maravilloso día en el lago con él y, sobretodo, lo bien que se portó conmigo cuando Álex no quiso saber nada de mí. Me encontraba sola, preocupada por mi prima, y él fue quién me acompañó todos y cada uno de los días de la semana a visitarla, hablaba con los médicos, trataba de hacerme sonreír, me cuidaba... y eso era algo que nunca iba a poder olvidar.
Justo en ese momento, mi móvil sonó en el interior de mi bolso. Lo saqué, era Niall.
[Conversación telefónica]
- ¡Hola Cait! - sonreí inconscientemente al escuchar su voz.
- Hola Nialler - escuché una pequeña carcajada procedente del otro lado de la línea.
- Vale, escúchame atentamente. Hay un cambio de planes.
- ¿Un cambio de planes? - pregunté confundida.
- Así es. Recuerdas que habíamos quedado en media hora en el bar-café que hay al final de la calle donde se encuentra vuestro hotel, ¿no? - como para olvidarlo, pensaba yo - Bien, quedamos en ese mismo sitio esta noche, ¿sí? A las diez.
- ¿A las diez?
- Sí. Me han surgido varias entrevistas con los chicos y me va a ser imposible poder quedar antes. ¡Lo siento muchísimo, de verdad!
- No te preocupes, tonto - reí - Quedamos a las diez, entonces.
- Perfecto. ¡Eres la mejor, Cait! - y dicho esto, colgó.
[Fin de la conversación]
Me quedé como una tonta con el teléfono en la mano. Segundos después, reaccioné y corrí de vuelta al hotel, pensando en lo que me pondría esa noche.
[Horas más tarde, a las 21:30 pm...]
{Narra Louis}
Ya estábamos todos en el bar, esperando a que llegaran las diez. Habíamos decidido hacerle una fiesta sorpresa a Caitlin, ya que al día siguiente era su cumpleaños, y sólo dos días más tarde, las chicas volverían a Manchester, por lo que también era algo así como "una fiesta de despedida". Bueno, en realidad todo había sido idea de Niall, el cual andaba de un lado para el otro comprobando que todo estuviera en orden, estresado como ninguno.
- Eh, Lou, ¿falta alguien? Por dios, dime que estamos todos ya... - comenzó a decir, pero coloqué una mano en su hombro, haciéndolo callar y tratando de tranquilizarlo.
- Niall, tío, relájate. Estamos todos ya. Tienes media hora para relajarte, porque aquí ya no hay más que hacer. Has hecho un buen trabajo - conseguí sacarle una sonrisa. Se rascó la nuca, poniéndose un poco nervioso.
- Gracias... - murmuró - Voy al baño, enseguida vengo - se excusó y desapareció de mi vista.
Miré a mi alrededor. La verdad, no éramos demasiados, pero sí los suficientes. Estaban los chicos, Amy, Lauren, Claire, la prima de Caitlin a la que le habían dado el alta hoy, un par de amigas que habían hecho las chicas durante su estancia en Londres y poco más. Sin embargo, me daba la sensación de que faltaba alguien.
Y, en efecto, en ese momento la puerta se abrió. Era Katie, que venía acompañada por Tom y por otro chico no mucho mayor que ellos, veinticinco, como mucho. Entraban riéndose a carcajadas. Katie saludó a los presentes, intercambiando alguna palabra con algunos de ellos. Y entonces me vio a mí. Se le iluminó la cara y se acercó corriendo a dónde yo me encontraba.
- ¡Louis! - me dio un beso en la mejilla. Se le veía muy feliz... algo no me daba buena espina.
- Hola Kat - sonreí, ligeramente nervioso. "Relájate, Louis", me decía a mí mismo.
- Tenía ganas de verte, tengo que presentarte a alguien - se giró y le hizo una seña a Tom y al otro chico que venía con él. Ambos se acercaron, sonriendo.
- Hola - saludé, amablemente.
- Hola Lou - Tom me sonrió.
- ¡Hola! ¿Eres Louis? Oh, Katie me ha hablado mucho de ti - me saludó el otro chico, muy efusivamente. Quizás demasiado... Un momento. "Katie me ha hablado mucho de ti". ¿Le había hablado de mí? ¿En serio?
- Espero que fueran todo cosas buenas... - solté una carcajada nerviosa - Pero... ¿tú quién eres?
- Me llamo Richard, pero puedes llamarme Ricky. Soy el novio de Tom - ¿¡El qué!? ¿El novio de Tom? ¿El NOVIO?
- ¿Qué? - pregunté confundido.
- Sí, es lo que estás pensando, somos gays - dijo Ricky, con un tono que daba a entender que estaba aburrido de dar explicaciones. Tom se rió levemente, compartiendo una mirada cómplice con Katie, para después pasar un brazo alrededor de los hombros de su novio.
- Katie, ¿podemos hablar un momento? - pregunté. Todavía seguía en estado de shock por lo que acababa de descubrir.
- Claro - esbozó una sonrisa de oreja a oreja y, tras guiñarle un ojo a Tom, me cogió de la mano.
Me arrastró hasta un lado del local, apoyando su espalda contra la pared y mirándome con expresión risueña.
- ¿Que está pasando aquí? - pregunté, después de tomarme mi tiempo meditando en lo que acababa de ocurrir.
- ¿Cómo que qué pasa? Te acabo de presentar a Ricky, el novio de Tom. No es nada malo - Katie giró la cabeza, mirándome, sin borrar la sonrisa de su cara.
- Pero... ¡yo no sabía que Tom era gay! - exclamé, tratando de no ser oído.
- ¿Y? - fue su única respuesta.
- ¡Que os besasteis! ¡Creí que estabais juntos!
- ¡No seas exagerado, Louis, no nos besamos! - rió levemente - Fue un piquito de nada.
- ¿Un piquito de nada?
- Sí, de esos que te das con tus amigos. Pero, de todas formas, ¿qué mas da? No estamos juntos, ¿no? - y después de dedicarme una enorme sonrisa se alejó de mí y se reunió con las demás chicas.
A punto estaba de ir tras ella para sincerarme de una vez por todas cuando la puerta de entrada se abrió, dejando aparecer a Liam.
- ¡QUE VIENE, QUE VIENE, QUE VIENE, ESCONDEROS TODOS, VENGA, RÁPIDO! - exclamó, asustándonos a todos, que corrimos en todas direcciones en busca de nuestro escondite. Pasaron unos diez segundos durante los que nadie dijo nada. Y, entonces, volvimos a escuchar la voz de Liam - Era broma, un simulacro. ¡Bien, chicos, lo habéis hecho bien! - y comenzó a reírse a carcajadas. Todos empezamos a protestar, yendo hacia Liam y dándole pequeños puñetazos en el brazo en plan broma.
Y en ese momento de confusión, la puerta de entrada volvió a abrirse sin que nadie se diera cuenta...
En serio? Pronto se acaba? WTF? NOOOOOOOOOOOO! Pero bueno, que adoro tu nove, es de lo mejorr! *_____*
ResponderEliminarES LO MEJORRRRRR COMO TU<3
ResponderEliminarJooooooo…me da penita que se acabe…con lo que me gusta ami esta historia…jope
ResponderEliminarBueno por lo menos seguirás con la otra ¿NO? dime que si pliiiiiis
por que vamos me da algo.
PD.Estoy completamente deacuerdo con Carlota ;)